**Immerse your soul in love**

CAPITULO 20

Jungkook

Puede que estemos bromeando, pero los ojos marrones de Seokjin brillan de dolor. El idiota realmente piensa que no quiero follar con él. Mi dolorosa polla me pide lo contrario. En serio. Cada día, pasamos envueltos el uno en el otro. Chupando el uno al otro. Manoseando su culo. Besándonos.

Masturbándonos. Hemos hecho todo menos follar, pero no es que yo no quisiera hacerlo.

Se dirige a la cama, pero le agarro el bíceps y le arrastro al baño. Le doy la vuelta para que pueda mirar por encima de su hombro y ver su expresión en el espejo.

Confusión. Duda de sí mismo. Anhelo.

Paciencia, amante.

Le abrazo por detrás, extendiendo las palmas de las manos sobre sus músculos pectorales. 

—Tu cuerpo me vuelve loco—, murmuro, mi aliento caliente contra su hombro—. Todo en él es duro. Cortado. Definido. Podría pasarme horas memorizando cada centímetro.

Una sonrisa se dibuja en una esquina de sus labios. Sabe que adoro su cuerpo. Hemos pasado todos los fines de semana acurrucados en la cama. Mi lengua ha estado en todo su cuerpo.

—Estos abdominales—, le digo y luego le muerdo juguetonamente un lado del cuello—, me ponen la polla durísima. —Me froto contra su culo para probar lo que me hace—. Sueño con estos abdominales.

—Son tuyos—, pronuncia en tono ronco.

—Malditamente correcto. —Las yemas de mis dedos se deslizan por los surcos de su prominente V—. Y esta puta maravilla del mundo me vuelve loco. Como si fuera a empezar guerras y acabar con la humanidad si tuviera que hacerlo para mantener esto a mi alcance. —Sisea cuando le acaricio los músculos oblicuos y luego desabrocho la parte superior de sus jeans—. Tu cuerpo es como una droga para mí. Quiero más y más. Nunca es suficiente. Así que el hecho de que, incluso, consideraras por un segundo que no quería follarte significa que también te vuelvo loco.

Gime cuando le abro la cremallera de los pantalones y se los bajo junto con los calzoncillos por los muslos. Su polla, gruesa y pesada, se balancea hacia fuera, con la punta reluciente de pre-semen. Le doy una palmada en el culo, indicándole que se quite los zapatos y se quite la ropa. Una vez que se ha desnudado y quitado la ropa, doy un paso atrás para admirar mi parte favorita de su cuerpo.

Su culo.

Me acerco, rodeando su frente con el brazo para agarrar su polla palpitante. Nuestros ojos se encuentran en el espejo de nuevo. 

—Prométeme que nunca dudarás de lo mucho que me gustas. — Lo acaricio hasta que gime, su cabeza asintiendo—. Palabras, Seokjin.

—Lo prometo—, sisea—. Yo solo... esto es todo lo que siempre quise. Tú y yo. Esto. Me temo que es un jodido sueño del que voy a despertar. —Sus ojos doloridos se encuentran con los míos en el espejo—. Si te perdiera de nuevo...— El abatimiento en sus ojos me destruye. Me vacía el alma. Me hace sentir un dolor punzante en el corazón.

Beso su hombro. —Soy tuyo para siempre. Siempre he sido tuyo.

Nuestros ojos permanecen fijos mientras le acaricio la polla. Empieza a temblar. Señal de que está a punto de correrse. Retiro mi mano, dejando que su polla se mueva con avidez. Su gemido me hace reír.

—Quédate aquí—, le digo con firmeza.

—Estaba tan cerca—, refunfuña.

Ignorando sus pucheros, salgo del baño y cierro la puerta de mi habitación de camino a la mesita de noche. Saco el lubricante y el preservativo. Una vez que me he despojado del resto de la ropa, llevo mis provisiones al baño. En cuanto ve lo que tengo en las manos, me dedica una brillante sonrisa.