EL LEGADO DE CRISTAL

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La sala de marfil era un espectáculo de opulencia y elegancia. El suelo, pulido hasta reflejar como un espejo, resplandecía en matices marfileños, mientras las imponentes paredes sostenían la majestuosidad del lugar. Columnas esculpidas se alzaban como guardianas de la grandeza, y estatuas magníficas custodiaban cada rincón.

Las mesas, pulidas hasta el último detalle, invitaban a la sofisticación, y los ventanales amplios permitían la entrada de una luz dorada que realzaba la grandiosidad del entorno. Las sillas, una obra maestra en sí mismas, ofrecían comodidad con un toque regio.

En el centro, una gran lámpara colgante añadía un toque de luz celestial, y la decoración exquisita completaba la imagen de un lugar donde la magia y la elegancia se entrelazaban en cada detalle.

Iris, Vivianna, Palcony, Eduard y Lena entraron maravillados en la sala de marfil, observando con asombro cada detalle que la adornaba. Otto, el instructor, los guió con elegancia mientras eran recibidos con aplausos entusiastas de los mayores y los profesores.

Los aplausos resonaron en la grandeza sala, acompañados de sonrisas y gestos de bienvenida. El grupo estudiantes novatos se sintió arropado por la calidez del recibimiento, mientras Otto los conducía hacia sus lugares.

El claustro de profesores, imponente, se levantó en una coreografía de respeto y presentación. Cada maestro, con su propia aura de conocimiento, dejó una impresión duradera en los estudiantes que ansiosamente aguardaban su discurso.

"¡Bienvenidos, queridos estudiantes nuevos y veteranos, a otro emocionante año en la Academia Arcania de las Artes Místicas!", exclamó el director Regio Hook con una voz resonante que llenaba la sala mientras alzaba sus brazos al aire. "Hoy, no solo marcamos el inicio de un nuevo curso, sino también el continuo viaje de autodescubrimiento y magia."

Regio, alzó su copa. "Recuerden, la verdadera grandeza no se mide por la habilidad, sino por el corazón. Aquí, en esta academia, encontrarán no solo conocimientos mágicos, sino también amistades que perdurarán a lo largo del tiempo. Y nunca olviden que la verdadera magia está en apreciar la belleza de lo simple y que la fragilidad de nuestras almas nos hace humanos", y dicho esto, bebió. "Que este año esté lleno de aprendizaje, descubrimientos y momentos mágicos. Que cada uno de ustedes se embarque en una travesía que les lleve más allá de lo que pueden imaginar. ¡Que la magia guíe sus pasos en este fascinante viaje!"

La cena dio comienzo en medio de un bullicio animado. Las mesas estaban repletas de delicias mágicas, y el aroma embriagador de la comida llenaba el aire. Estudiantes compartían risas y chismes mientras disfrutaban de las exquisiteces.

En medio de la algarabía, Vivianna se levantó de su sitio y se deslizó hacia donde estaba Iris. Con una sonrisa amistosa, se sentó junto a ella.

"¿Has escuchado hablar de las catacumbas?" preguntó Vivianna. "Durante la primera semana, los iniciados dormirán allí. No te preocupes, no son tan tenebrosas como suenan. Pero lo más emocionante es que durante tres horas al día, no tendremos clases normales. En su lugar, nos sumergiremos en Tácticas Místicas, donde descubriremos y puliremos nuestros poderes mágicos. ¡Es nuestra oportunidad!"

"Después de la semana de adaptación, ¿cómo funciona todo?" preguntó Iris.

"Una vez descubrimos nuestros poderes, nos asignan una Sala de Esencia. Ahí es donde pasamos la mayoría del tiempo. Y respecto a las clases, durante el primer año, nos centraremos en asignaturas troncales como 'Historia del Mundo Antiguo', 'Técnica y Defensa', 'Latín' y 'Destrezas Físicas'".

De repente, dos chicas aparecieron frente a Iris, sentándose con confianza y comenzando a cuchichear. Un aura de malicia se apoderaba del ambiente. La primera, con trenzas castañas, se presentó como Hellen, una alumna iniciada de la familia Golbson. La segunda, Tammy, de segundo año, también participó en la conversación.

"¿Los rumores sobre ti son ciertos?" preguntaron, mirando a Iris con curiosidad. Iris se encogió de hombros, confundida por sus palabras.

Tammy, con una sonrisa traviesa, dijo: "Escuché por ahí que eres la nieta de Avva Stuart, la mismísima heredera del legado de cristal. ¿Es eso cierto?"

Iris, confundida pero firme, negó con la cabeza sin entender completamente lo que decían las chicas. Las dos se burlaron y se marcharon riendo, dejando a Iris en medio de la sala, preguntándose sobre el misterio de su supuesto legado de cristal.

Los gemelos, Eduard y Lena, quiénes habían escuchado la conversación, sincronizaron sus palabras como de costumbre, y comenzaron a narrar a Iris la historia del legado de cristal.

"Después de la guerra, Weldon Terry, un poderoso Vitactor, se obsesionó con la venganza y creó magias oscuras y tenebrosas. Alcanzó la inmortalidad, pero a costa de muchas vidas inocentes", comenzó Edward.

"Avva Stuart, nacida de Weldon, heredó sus poderes, pero en lugar de unirse a él, trató de derrotarlo. Se dice que Avva sobrevivió y tuvo descendencia, y que hay una heredera de su legado, una heredera cuyo poder podría poner fin a 'El mal'", finalizó Lena.

Con el tintineo de copas, el director Hook puso fin a la cena, y los estudiantes se dispersaron hacia sus respectivas salas de esencia o, en algunos casos, hacia las mazmorras. La vibrante atmósfera de la sala de marfil se disipó, dejando un eco de anticipación en el aire.

Las mazmorras se extendían bajo el castillo, conformando un laberinto de pasillos de piedra oscura. El eco de los pasos resonaba en las paredes húmedas, y antorchas parpadeantes iluminaban el camino. El aire denso añadía un toque de misterio mientras los estudiantes se adentraban en ese rincón sombrío.

En contraste, la sala de adaptación emanaba una extraña acogida. Decorada con colores suaves y muebles cómodos, creaba un ambiente que intentaba disipar los nervios y las tensiones de los iniciados. Las paredes estaban adornadas con ilustraciones místicas, y una sutil fragancia a hierbas mágicas flotaba en el aire, proporcionando un toque peculiarmente cálido a ese espacio inicial de transición.

Iris Burton | La dama de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora