El clan Uchiha tenía pocos integrantes que poseían su famosa técnica ocular, la cual era poco usual incluso entre ellos...importando poco si el potador era de sangre pura o no.
El sharingan no era superior, pero podría hacer una buena batalla contra...
Cuando nació el niño del de los seis ojos de la familia Gojo... Fui a verlo para burlarme de el
Un recuerdo invadió mi mente, donde me encontraba tras de una mujer con un kimono y un niño con un Yukata celeste, quien sintió mi presencia y giro a verme, aquellos ojos de un azul brillante me miraron fijamente, sentí como mi expresión facial cambiaba de una calmada y sería a una asombrada ante su mera mirada y presencia
Fue la primera vez que sentí escalofríos en mi espalda
Por eso me tome todas estas molestias para que bajaras la guardia
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Estaba en mí misma posición aun sin creer lo que mis ojos veían, no queriendo aceptar que Satoru había sido apuñalado por la espalda mientras estábamos dentro de la barrera de la preparatoria, cuando por fin mi cerebro pudo procesar todo después de que Satoru lo alejara con su técnica de repleción, rápidamente active una de mis maldiciones, dándole la orden de que devorara a aquel hombre
—¡Satoru! — le llame preocupado mientras trataba de acercarme a el, pero me detuvo, ___ quien estaba a su lado lo apoyo con su poco conocimiento con los rituales inversos, para poder sanarlo
—Estoy bien— trato de calmarme con una de sus características sonrisas —No me dio el tiempo de usar el conjuro, pero conseguí evitar que me atravesara órganos vitales y después reforcé la zona con energía maldita y por eso no pudo sacar la hoja, además, con la ayuda de ___ podré estar más seguro — hablaba Satoru mientras se enderezaba —Amanai es la prioridad. Yo me encargo de esto, ustedes vallan con el señor Tengen —
—No bajes la guardia—
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Suguru se fue con Amanai y Kuroi, mientras que la pelinegra se quedó un poco más con Satoru
—Tienes que ir con ellos, les serás de ayuda— hablo Satoru mientras la empujaba un poco para que se fuera
—Solo...no mueras, por favor— habló la chica mientras miraba con preocupación al albino, quien le dedico una ligera sonrisa
—No te preocupes, después de todo...Yo soy el más fuerte — dijo Satoru con aquella sonrisa que tanto lo caracterizaba
