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| sic mundus creatus est |

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8 de noviembre, 2019.

HARRIET SE LEVANTÓ SOLTANDO UN JADEO, con la respiración descontrolada y su frente llena de sudor.

Se sentó en la cama y se talló los ojos con bastante fuerza, aunque no la suficiente como para hacerse daño.

Había soñado de nuevo con ese hombre. Y como siempre, se levantó igual de exaltada.

Reguló su respiración lentamente, tratando de olvidar el sueño. Pero algo en ella, le decía que no era un simple sueño. Se sentía demasiado real, todas las sensaciones eran completamente identificadas, podía recordar a la perfección como él la hacía sentir.

"Fuimos creados para ser nuestro complemento, nunca te olvides de eso."

Dejó salir todo el aire que contenía con un suspiro sonoro, el cual retumbó por su desolada habitación. 

No tenía ganas de salir de su casa ese día, y realmente no le importaba algún informe de la escuela por sus faltas, sabía que su madre no se enteraría. Y hablando de ella; Leilani no había regresado a su casa el día anterior, ni siquiera había llamado a Harry para avisarle.

Era tarde, aunque ella sentía que había dormido muy poco, al mirar la hora se dió cuenta que había dormido demasiado. Eran ya las tres de la tarde.

Tomó su teléfono y dudó en si hacerlo o no, pero decidió rendirse y llamar al número de Jonas.

No recibió respuesta.

No obstante, le dejó un mensaje diciendo que la llamara luego. Decir que el mensaje eliminado del día anterior la había dejado inquieta era poco, Jonas no era de eliminar mensajes, y mucho menos tan rápido.

Miró el techo, pensativa. Kilian la había invitado a la obra que presentaría en la escuela. Y aunque ella no se haya comprometido en ir, sentía que debía hacerlo, por lo menos a felicitarlo.

𝐁𝐎𝐓𝐓𝐎𝐌𝐋𝐄𝐒𝐒; Jonas Kahnwald.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora