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O5 | noah |
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7 de noviembre, 2019.
HARRIET ABRAZABA SU OSITO DE peluche con fuerza. Aún temprano en la mañana y no tenía ninguna motivación para levantarse de su cama. El cordón rojo que había encontrado en la noche anterior no la dejaba descansar plácidamente.
Había quedado con Magnus en la tarde, al parecer, en los dos días que Harriet y el había dejado de intercambiar mensajes, había sucedido de todo.
Su teléfono sonó, avisándole sus nuevos mensajes.
Rubia♥
¿Te llevaste la foto? visto.
Harriet frunció el ceño y le contestó.
Rubia♥
Noup. De hecho, creo q dejé unos de mis libros visto.
Es que ya no esta
en mi encimera :(
visto.
Harriet frunció el ceño confundida. No entendía por qué no estaba la foto. Le contestó un "debe haberse caído Jo, búscala, sino lloro :(" y miró el otro mensaje.
Si le preguntarán por su familia, con sinceridad, ella solo nombraria a su madre. Nadie además de ella le escribía o se preocupaba por su bienestar.
Así que, cuando vió un mensaje de Kilian, se tensó con la incógnita del ¿Por qué?
Kilian y ella no se llevaban ni un poco. Kilian siempre vió a Harriet como la hija ilegítima de su padre, y nada lo haría cambiar de parecer. Y a Harriet no podía importarle menos.
Sin embargo; su relación con Erik había sido en su momento completamente diferente. Solía pasar sus tardes jugando con él, y charlaban sobre cualquier cosa que se les atravesará por la mente. Hasta que comenzaron a crecer.
