¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
11 | god particle |
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
21 de junio, 2053.
Pudo escuchar los suaves suspiros de Jonas a su par, despertandola casi al instante.
Al abrir sus ojos, lo primero que vió fue el cuerpo de su amante lleno de sudor, la respiración agitada y las pupilas dilatadas.
Jonas con rapidez la abrazó a su cuerpo, buscando el calor que le podía desprender Harriet a él, y no tener que conformase solamente con sueños.
―¿Jonas? ―susurró, desconcertada.
El rubio no dijo nada por unos segundos, manteniendo su posición firme.
Hattie, aunque no entendía, tampoco se sorprendió. Había mañanas dónde Jonas se levantaba así, o noches dónde se besaban y sentían que la ropa les estorbaba, pero recordaban el mundo apocalíptico en el que estaban, y Harry lo obligaba a detenerse.
Lo último que quería era un embarazo, o una infección. No podía decir cuál era peor.
Minutos después, ambos se levantaron. Jonas se sentó en la cama y miró aquella carta de su padre por milésima vez en los últimos seis meses.
Harriet bajó las escaleras, ignorando por completo el calendario en la pared frente a ella. Era conciente de que faltaban pocos días para el 27 de junio, o sea, para el apocalipsis en su verdadero tiempo.
Cuando Jonas bajó, notó como tomaba la foto familiar y la guardaba, dándole una última mirada a Hattie, en señal de que debían irse.
Mientras Jonas iba por el páramo, Harry prefirió irse directamente al búnker. En su sentido, le parecía más importante seguir escuchando a CLAUDIA TIEDDEMAN, y buscar cualquier mínimo indicio de escape, quería encontrarle más sentido a sus palabras.
