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17 | vivir o morir |
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«El hombre es una criatura peculiar. El deseo motiva todas sus acciones, y forja su carácter en el dolor. Por más que intente suprimir el dolor, reprimir el deseo, no puede librarse de la eterna esclavitud de sus sentimientos. Mientras la tormenta se agite dentro de él no podrá encontrar la paz. Ni en la vida, ni en la muerte. Y así, día tras día harán lo que deban hacer. El dolor es su nave, el deseo, su brújula. Todos los humanos tienen esa capacidad. »
25 de junio, 1921.
HARRIET MIRÓ CON LÁGRIMAS BAJANDO POR SUS MEJILLAS la taza de café en sus manos.
Lilith la miraba fijamente, no movía más que sus labios para tomar del rojizo liquido en su copa. Y eso a Harriet la estaba desesperando.
―Todo sucede por una razón, si la detenemos, se destruirá.―susurró ella, intentando limpiar las lágrimas en sus mejillas.
―¿Qué pasaría si esa razón eres tú? ―contraatacó, Lilith, con una sonrisa llena de cinismo.
Harry la miró desafiante, como si pudiera hacerla temblar con solo mirarla. Y al verla completamente inmune a ella, entendió que no podía negarlo.
Lilith era ella, y ella era Lilith. Tal vez no ahora, pero su destino era convertirse en ella.
―Todos somos parte de este cáncer, yo no puedo ser el disparador. ―se justificó Harriet, completamente convencida de que podía cambiarlo.
Lilith sonrió, y dejando la copa de vino en la mesa, se levantó y dirigió hacia el cuadro al final de la habitación, haciendo sonar sus tacones con cada paso.
―No somos libres en lo que hacemos porque no estamos libres en lo que deseamos. ―Lilith miró a su yo joven, notando como su labio temblaba―. ¿Realmente quieres que las cosas sean diferentes?