El día anterior había sido perfecto, desde que amaneció. Cualquiera hubiera creído que dormir en el sillón el uno sobre el otro habría sido horrible, pero ellos pensaban lo opuesto, habían dormido increíble. O al menos Caroline lo había hecho, y como Klaus nunca se quejaba pensaba que opinaba igual.
Klaus amaneció de buen humor, la consintió básicamente en todo lo que ella quisiera. Tomaron la mejor ducha que jamás habían tenido, Nunca habían hecho el amor en la ducha, y ahora esa área del departamento también estaba tachada de su lista.
Salieron a desayunar después de ese increíble momento, y después la llevo de compras, por algo que combinara con su nuevo collar.
Había sido un día perfecto. Incluso pudo divertirse molestando a una de las vendedoras que empezaba a coquetear con Klaus cuando ella había ido al probador, se había dado cuenta de las intenciones de la chica, y apenas tuvo la oportunidad lo beso sin reparó, Klaus parecía no entender porque lo hacía, pero la recibió sin mayor problema.
La empleada por el contrarió se puso roja al verlos, Caroline no sabía si de pena o de rabia. Fuera como fuera el motivo no le importaba. Ella tenía al chico más guapo y era la envidia de muchas, y estaba orgullosa por eso.
Almorzaron en su restaurante favorito, y después la llevo por helado, dónde también se había robado las miradas de algunas chicas, que supo que la miraban con envidia, incluso si no lo beso. Klaus había pasado casualmente su brazo por su cintura, atrayendola a él, mientras escogían el sabor de helado que pedirían. Ese pequeño gesto había vuelto locas a varias en el lugar. Y Caroline nuevamente no cabía de la felicidad.
Volvieron al departamento, cayendo la noche. Klaus se ofreció a preparar la cena, mientras ella lo observaba cocinar y disfrutaba de una copa de vino. Vino que arruinó su estómago porque lo devolvió tan rápido como había caído en su estómago. Por suerte él no se había dado cuenta de ello, y ella tampoco quiso decirle. Porque tendría que decir que no era la primera vez, y entonces la llevaría al doctor. Y ella odiaba los hospitales.
Para cuándo la cena estaba lista, se había recuperado un poco. Y comió lo suficiente para no levantar sospechas. Vieron una película, o más bien ella lo hizo, Klaus parecía más interesado en jugar con su cabello y besarle el cuello, que en ver la película. La rubia lo había reprendido un par de veces, para que prestará atención, pero había sido inútil, se rindió y pronto sucumbió también, y es que no había mejor forma de terminar el día que ellos haciendo el amor. Se pregunto si tendrían días perfectos como ese en el futuro, ella esperaba que si... Ella deseaba que así fuera.
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—No debí, pedir ese helado doble ayer—Se quejo Caroline — Oh quizás tengamos que cambiar de tintorería. —Dijo la rubia, terminando de vestirse. Klaus la miro a través del espejo.
—¿Por qué? —Cuestiono curioso.
—Mi ropa se está encogiendo. —Explico— Me vas a decir que a ti no te pasa igual.
—Yo no tengo problemas.
—Entonces insinuas que estoy gorda y nada se está encogiendo. —La rubia se observó preocupada en el espejo a lado de klaus.
—Yo te veo perfecta. La ropa te queda perfecta. —Dijo detrás de ella. —Aun que te ves mucho mejor sin ropa. —Admitió con picardía. Caroline se sonrojo ante el comentario.
—¿En serio lo crees? Porque mis caderas parece que ganaron un kilo de más, apenas y entro en mi ropa. —Se quejo. Klaus la abrazo por la cintura, mientras ambos se veían en el espejo. —Llego la hora de renovar mi suscripción del Gym.
—Si lo que buscas, es ejercitarte mucho cuenta conmigo, Además mis métodos de pago son mucho más satisfactorios. —Klaus beso el hombro de Caroline, mientras ella veías sus reflejos en el espejo. Él era increíblemente guapo siempre, pero esa mañana así, con él rodeándola y mirándola como lo hacía, se veía increíblemente atractivo.
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Amor a segunda vista
FanfictionCaroline y Klaus aprenderán que nada en un hecho cuando el destino está involucrado. Historia totalmente situada en un mundo alterno dónde todos son humanos.