Capítulo 15

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Un mes después

Caroline elegía entre un par de vestidos, que había comprado recientemente. Quería verse especial, para el gran día. Uno era rojo y el otro negro, se observaba en el espejo, decidiendo por cuál usaría primero ese día.

Klaus terminó una llamada, y volvió a la habitación, cuando observo lo concentrada que estaba Caroline, se recargo en la puerta, contemplando lo perfecta que era, incluso distraída parecía un ángel.

-¿Cuál uso primero? -Cuestiono curiosa, cuando lo vio por el espejo, observarla.

-Ambos son perfectos, amor. El que elijas te hara ver cómo una diosa.. -Respondió sincero, Caroline hizo una mueca no muy convencida.

-Nik, no seas mentiroso. -Se quejo, volteando a verlo.

-Jamas te mentiría, amor. Te verás increíble, como con todo lo que usas. -Aseguro caminado hacia ella.

-No quiero verme gorda. Es tú día especial. Y necesito verme bien, para dos reuniones distintas. -Le recordó.

-Si, sobre eso. Mi hermana llamo para avisar que hubo un cambio de planes. -Recordo haciendo una mueca de disgusto.

-¿Que clase de cambios? -Cuestiono girando para verlo, esperando no necesitar un tercer vestido para la noche.

-Solo tendremos una cena. Al parecer mis padres, han decidido hacer una tregua y sentarse en la misma mesa. -Explico todavía sin poder creerlo el mismo.

-Supongo que eso es mejor que cualquier regalo que pudieran darles. -Trato de animarlo

-Claro o solo tratan de arruinar mi vida. Como siempre. -Dijo molesto.

-No seas pesimista. Además no es solo tu cumpleaños, también es de Bekah, y están haciendo su mayor esfuerzo para darles una sorpresa. Creo que eso habla de lo mucho que los quieren, y se esfuerzan por demostrarlo.

-Se que siempre ves el lado bueno de las cosas, pero créeme amor, cuando te digo que hoy no es uno de esos días. -Respondiò con amargura.

-Pienso lo contrario. Así que ve a cambiarte o llegaremos tarde. -Le indicó la rubia.

-Bien, pero solo por si las dudas. ¿Aún guardas, los casto que usábamos para jugar guerra de pintura? -Cuestiono curioso.

-Estan en alguna caja guardados, -Respondiò recordando-¿Para que los?...Oh ya entendí. Eres un tonto. -Dijo entre risas.

-Prefiero llamarlo precaución. -Corrigió con una sonrisa también

-¿Rojo o negro? -Pregunto mostrando los vestidos.

-Con el rojo te ves sexi. -Admitió con una sonrisa

-Gorda querrás decir. Comienza a notarse mi pancita. -Le recordó.

-Caroline, no podrás ocultar que estás embarazada, por siempre. La ropa holgada no siempre funcionará. -Trato de explicar. -Además ocultar tu pancita es igual que avergonzarte de ella, y más importante de nuestros hijos.

-No me avergüenzo. Pero cuando alguien se entera, siempre tiene preguntas, y no quiero recordarte la última vez que alguien supo, como terminó.

-Prometimos, que no, nos iba a importa el que dirán y al menos yo planeo cumplirlo.

-¿Les darás la noticia a todos hoy? -Cuestiono la rubia

-¿Tú quieres que lo haga? -Pregunto, si ella quería, entonces el lo haría.

-Creo que sería un buen momento. Pero no importa lo que crea yo, hoy es tu día y lo que tú decidas está bien. Cualquier otro día puede ser bueno para darles la noticia también. -Respondiò con una sonrisa.

Amor a segunda vista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora