Capítulo 17

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Un mes después

Después la pesadilla que tuvo aquella noche, Klaus. Trataba de no dejar mucho tiempo sola a Caroline, el temor a que le pasará algo, era demasiado para él. La rubia parecía no notarlo, estaba demasiado feliz con todas las atenciones extra, de klaus, como para enojarse o decir algo al respecto.

Luego de confirmar el sexo de los mellizos, Caroline quiso ir a comprar más cosas para los bebés, Klaus nunca le negaba nada así que volvieron a vaciar las tiendas. El problema vino después, al llegar al departamento, las cosas ya no cabían en la que sería la recamara para los bebés. Ese día una idea cruzó por la mente del rubio.

Una que se guardo hasta fuera una realidad. Quería que fuera una sorpresa, una que sabía le encantaría. Solo tenía que encontrar el lugar correcto. Y partir de ese día no descanso hasta encontrar el lugar perfecto.

Hacia unos días, Klaus le había dado uno gran sorpresa a Caroline, algo que Jamás espero hiciera él por ella. Cambiar su auto deportivo por un auto más familiar y seguro para cuando nacieran mellizos. Aún se mantenía guardado en la cochera para cuando fuera el momento de usarlo. Pero Caroline admitía que era una cosa menos en la que tenía que preocuparse en un futuro cercano, habían hablado de una camioneta familiar para ella, pero ella no estaba tan segura de necesitarla, si contaban con un segundo auto, ya.

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Todo el camino Caroline no paro de quejarse, debía estar en sus clases de yoga ahora mismo. No rumbo a quién sabe dónde, sin motivo. Se canso se preguntar a dónde iban, pero Klaus nunca le reveló una pizca de información.

Se adentraron en una lujosa zona, las casas aquí eran manciones, atrás se habían quedadado las casas comunes y bonitas... Tenía un presentimiento de que iban a ver a los padres de Klaus.. solo los padres de él, vivirían en una zona tan ostentosa como está.

Se detuvieron en una gran propiedad, Klaus bajo y le abrió la puerta, quiso ayudarle a bajar, Pero ella se negó, era más que capaz de hacerlo por su cuenta, y Klaus no parecía entenderlo.

La rubia se cruzó de brazos mirando la propiedad que tenían en frente, hechandole un vistazo al gran jardín. Klaus se detuvo a su lado, y la miro con una gran sonrisa. La rubia lo miro curiosa. Lo conocía tan bien, como pará saber que algo se traía entre manos.

—¿Que estamos haciendo aquí, Nik? —Cuestiono impaciente.

—¿Que te parece? —Pregunto el a cambio.

—¡En serio!, ¿para eso me trajiste aquí?. —Cuestiono un poco molesta. —El lugar es hermoso, si. pero sin duda podía esperar, y mis clases de Yoga no. —Le recordó molesta. Klaus sonrió. —No es gracioso Nik. Sabes lo importante que son para mi.

—Lo se amor. Pero esto también es importante. Quiero que la veas por dentro.

Explico tomando su mano y guiándola hacia la entrada principal. Caroline quiso preguntar porque tenía las llaves él, Pero se mantuvo en silencio. De adentraron en el lugar, la rubia observo cada detalle a su lado. Sin duda era una casa hermosa... Techos altos, grandes ventanales, pisos de madera, pintura blanca en todas las paredes, detalles en las madera. Una gran escalera con hermosos detalles en el barandal, que daba a un segundo piso, que seguramente estaba tan hermoso como planta baja. Todo era hermoso aquí,  el jardín también lo era, al menos lo que pudo ver antes de entrar. De niña siempre soño con tener una casa como esta. Aunque cuando creció supo que debía trabajar muy duro si esperaba tener algo de ese calibre algún día.

Klaus se detuvo a media estancia, con las manos detrás suyo. Mientras Caroline caminaba observando todo.

—¿Te gusta? —Pregunto finalmente. Caroline lo miro sin entender, porque seguía preguntando lo mismo.

Amor a segunda vista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora