Capítulo 54 : El panorama más amplio

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La conciencia volvió en tres partes.

Primero: el eco de una voz cálida. Era una voz apagada y murmurada. Dazai no pudo distinguir las palabras exactamente. Su cerebro latía con fuerza y ​​estaba lleno de algodón. No quería nada más que volver a dormir. Pero el mafioso que hay en él no permitiría que Dazai ignorara la posible amenaza. Cuando intentó concentrarse en la voz...

Segundo: la sensación lentamente volvió a sus extremidades. Flexionó los dedos de forma experimental, sintiendo cómo se arrastraban sobre una tela ligera. Una tela familiar . Dazai se centró en la sensación y el sonido, con el rostro arrugado por la concentración. No fue hasta que la voz que hablaba a su alrededor finalmente se enfocó que Dazai despertó por completo.

“...espero que te despiertes pronto, querida. Hay mucha gente muy preocupada por ti".

Algo se movió, apretando una manta alrededor de los hombros de Dazai. Era suave, cálido y extraño.

Y finalmente, tercero: Dazai abrió los ojos y las duras luces de la enfermería de Hogwarts blanquearon su visión. Parpadeando repetidamente para aclarar su visión, los alrededores de Dazai lentamente se fueron enfocando.

La enfermería estaba tranquila y en calma. Dazai miró fijamente al techo por un largo momento, con el ceño fruncido en su rostro.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué estaba él...?

Quirrell. La Piedra Filosofal. Blas.

Dazai contuvo el aliento cuando los recuerdos regresaron. De repente frenético, Dazai luchó por sentarse derecho. Empujándose contra el catre, temblorosamente hizo palanca con su cuerpo hasta quedar sentado. Cada movimiento era doloroso y doloroso, y el cráneo de Dazai golpeaba detrás de sus ojos. Su visión se nubló y por un momento tuvo que apoyar la cabeza en la mano.

" Urgh..." Dazai gimió, luchando contra una ola de náuseas.

Hubo un grito ahogado. De repente, el sonido de tacones sobre las baldosas sacudió la enfermería acercándose a la cama de Dazai. Levantó la vista y se encontró cara a cara con Madame Pomfrey, quien debió haberlo escuchado arrastrando los pies.

"¡Estás despierto!" Ella exhaló un suspiro de alivio. "Dios mío. Estábamos muy preocupados, querida".

Dazai miró fijamente a la matrona por un momento, luchando con sus pensamientos y tratando de darle sentido a su evidente alivio.

Pomfrey pareció leer su expresión y explicó: "Con tu condición, no pude usar ninguno de mis hechizos curativos". Tenía la boca apretada. “Afortunadamente, pude comunicarme con el Hospital St. Mungo. Le han prestado a Hogwarts el uso de algunas más... técnicas muggles.

Dazai parpadeó. Cuando Pomfrey inclinó la cabeza, siguió su mirada para ver una vía intravenosa al lado de la cama. Un cable largo viajó desde el soporte y fue pegado al brazo de Dazai, llenándolo lentamente de... algo.

De repente, la habitación se sintió demasiado apretada y Dazai respiró temblorosamente. Despertar de una inconsciencia no planificada, conectado a una sustancia química misteriosa, sentado debajo de un médico sonriente... toda la situación apestaba a Mori. Dazai levantó su otro brazo para agarrar el tubo—para liberarlo—pero Pomfrey lo atrapó antes de que pudiera. Sus manos rodearon las de él y luego lentamente las colocó nuevamente en su regazo.

"No toques eso, querida", la reprendió suavemente. "Está ahí para mantenerte saludable".

Cierto... Mori no estaba aquí. Era sólo Madame Pomfrey, y Dazai pensó que tal vez podría confiar en ella. Como mínimo, podía confiar en ella más que en ese asqueroso médico suyo.

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