18. Científica

87 12 0
                                    

Fraden Stickson.

—La bolsa de valores ha hecho un gran aumento en estos días...

«—Acuestate en la maldita cama, Fraden. Que te voy a dar tu lección»

«—Lo que esta noche podrás ver, más no tocar, Stickson»

«—¿Sabes qué quiero, Fraden? Que me folles duro y sin contemplación mientras estoy atada, que pruebes mis fluidos y acabes dentro. Eso quiero»

El recuerdo me aleja de la reunión y es cuestión de segundos para que un respingo despierte mi verga entre mis pantalones.

Byron habla y habla y yo solo estoy concentrado en como la boca de su hija me la chupó ayer. Simplemente es bestial. Me vine en su boca y eso es algo que sin duda repetiré.

Dormir con ella fue algo incómodo. Y no es que no me haya gustado. Pero es primera vez que duermo con una chica. Verla desnuda con el albornoz solo por encima fue una imagen que he recordado en todo el maldito día. No me deja concentrarme en el trabajo con mis suegros.

Y así quiere que todo siga normal.

Se equivoca, ella dijo anoche que no acabó. Debería ayudarla con eso.

La reunión termina y espero que todos se vayan para poder levantarme. Mi erección no es apta para ejecutivos.

Mi padre alza una ceja y yo le hago un gesto que resta importancia con la mano. Mi madre me da un beso en la frente y la sala de reuniones queda completamente sola.

Suspiro, y miro mi bulto crecer más entre mis piernas.

Muerdo mi labio y otro recuerdo llega a mi mente. Ella en cuatro mientras chupaba y lamía sin parar, su boca se movía y...

Mierda.

Lo mando a la mierda todo, libero mi polla y empiezo a masturbarme, rápido y sin contemplación, así como le quiero dar a ella.

Hace rato que había perdido en esta mierda de juego que Yo mismo empezé. Eso es algo que me molesta y por eso trato de ignorar ese hecho poniendo muros en mi actitud.

Después de una paja mediocre llegamos a la mansión listos para cenar.

—Kristen y Matias han arreglado el problema con los Jikgor. En verano comenzaremos el proyecto en Nueva Zelanda—Me avisa Mi padre cuando nos encontramos en la sala.

Asiento y voy a mi cuarto, pero Megan se me atraviesa por el medio metida en su teléfono.

—Ey...

Enseguida alza su rostro, y noto una pequeña diferencia.

No sé, es algo que no logro definir. Pero  Su mirada ésta vez es diferente. No es como su mirada natural, que siempre transmite travesía y misterio, esa que te reta y te manda a la mierda de una vez.

Es apagada, sin Chispa.

—Hola.

¿Ya se le pasó lo de estamañana?

Esperaba que me maldijera o algo así, o ni siquiera me hablara.

—¿Estás bien?

Asiente y baja las escaleras para dirigirse a la cocina.

¿Qué mierdas...?

—•—

Megan


El sonido de las máquinas trabajando no me deja pensar y menos si estoy sentada frente a ellas.

No puedo hacer esto sin recordar como empezó todo, intento no llorar pero sollozo y Frederick lo nota.

MANDRÁGORA (+18) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora