MANDRÁGORA (+18) (Completa)

16. Doble

No quiero despertar.

—Megan...

Pero llevan rato insistiendo.

—Megan despierta.

Abro los ojos por fin.

Y es Fraden en bóxer.

Abro más los ojos aún, Está acostado de lado, donde su cuerpo se ve más esculpido por los dioses que nunca.

Levanto la cara y parpadeo para ver mejor.

—Definitivamente, eres horrible cuando despiertas.

Ignoro sus palabras y trato de recordar lo que anoche pasó.

Ah, sí. Perdió el juego.

Y ahora?

Trato de no pensar en eso, y me siento con mi cuerpo desnudo en el espaldar.

Fraden trata de ignorame pero termina tapandome con el albornoz medio puesto. Debí quitarlo a media noche.

Toma una pequeña esquina de la sabana y limpia la esquina de mi boca.

—Hasta babeas.

Le doy un manotazo y él ríe.

—Entonces... ¿Qué harás?

Me quedo observando sus ojos relucientes y aprieto los labios.

—Que todo siga como antes.

Fraden parpadea sin expresión alguna.

—Bien.

Se acerca derrepente y mis sentidos se ponen alerta, deja un beso en mi cuello y termina levantándose para estirar su cuerpo, dejándome ver más allá de su pelvis.

Acomodo mi cabello y mi cara, estrujando mis lagrimales.

—Hay que bajar—Dice yendo al baño.

Proceso de nuevo quién soy, y me levanto.

Estiro mi cuerpo y salgo de la habitación corriendo a la mía.

Media hora después que reaparezco renovada, bajo a desayunar.

Los Stickson y Fraden están a cada lado de la mesa, mientras que Byron y Jeraldin en la cabeza.

Me siento y doy una sonrisa a todos.

—Felicidades, son tendencia en redes sociales—Habla la señora Stickson.

Le doy una sonrisa, más Fraden la ignora por completo.

—Anoche pudimos hablar con los Mc'Cartney, invertirán en la sucursal en Canadá—Anuncia Byron hacia Martin.

—Oh! Es bueno tener más socios.

—Aunque las ganancias serían menos, tenemos que impulsar el financiamiento para que podamos ver mayores resultados.

Empiezan a hablar de negocios y me aburro, De frente con Fraden está comiendo como si nada, sin mirarme, solo presta atención a Su padre.

Me molesta su ignorancia.

Pretende tener esa máscara de frialdad después de que él mismo perdió su propio juego.

Él terminó gimiendo mi nombre.

Eso no lo cambiará nadie.

—Fraden, cariño...—Empiezo—¿Dormiste bien anoche?

Todos se quedan en silencio, a la espera de su respuesta. Fraden ni siquiera me mira, corta el pedazo de Hot Cake con cuidado y se lo lleva a la boca. Mi molestia aumenta cuando al terminar de masticar bebe un poco de jugo y se limpia.