Cap. 8

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A la mañana siguiente Shikamaru despertó desorientado debido al sueño que tuvo, últimamente parecía que recordar en sueños el pasado se haría algo normal para él.

No se movió de su posición al sentir un peso encima suyo, no necesitó abrir sus ojos para saber que Naruto era el culpable de aquello.

Recordó que la noche anterior ya habían quedado en esa posición. Su brazo aún seguía encima de la espalda baja del contrario, sentía la respiración del Uzumaki chocar contra su cuello.

Diría: "No me molestaría despertar así todos los días"

Pero no serviría de nada pensarlo, después de todo, ultimamente parecía ser de ese modo y que seguiría siéndolo.

Igual que antes de que el Namikaze fuese a entrenar por tanto tiempo.

Para él fue muy extraño de un día para otro dejar de sentir el calor que emanaba el contrario, despertar y lo primero en ver eran sus hermosos ojos azul cuál zafiro.

Ese perfecto brillo que tenía en las mañanas debido al sueño, su cabello revuelto debido a que aún se movía bastante al dormir si es que Shikamaru no le mantenía entre sus brazos.

Escuchar su voz baja y un tanto ronca debido a estar tanto tiempo dormido susurrándole un "Buenos días".

Amaba esas mañanas, aún sabiendo que no durarían para siempre. Aún sabiendo que no siempre serían dirigidas hacia él.

Aún sabiendo que en algún momento le serían arrebatadas.

Evitó suspirar para no despertar al menor, era doloroso pensar aquello, pensar tan a futuro. Debería tratar de enfocarse en el presente y tratar de tomar todo el cariño posible del ojiazul.

Quizás de ese modo cuando le vea de la mano junto a otra persona, cuando pase más tiempo junto a su persona destinada, amando sin freno alguno... Podría soportar aquel tormento.

Enfócate en el presente, no pienses en temas que aún no llegan.

Vuelve en ti, no sufras antes de tiempo.

Prometiste apoyarle, juraste amarle en silencio. Tu promesa fue ayudarlo en lo que necesitase, hacerlo feliz.

Y si eso era junto a otra persona, maldita sea, que así sea.

Pero aún no es momento.

Vuelve en tí...

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No sabe cuánto tiempo se mantuvo de ese modo, ahora pensando en otras cosas. Algo muy importante era hablar con Ino, no podía olvidar lo que le dijo la noche anterior.

Necesitaba enterarse desde cuándo sabía aquello y pedirle que no dijese nada del tema.

No podía arruinar tan bella amistad que tenía con el Uzumaki.

También tenía que ir a comprar cosas para Yuki, quien aún seguía en la casa Nara.

El gato se acostumbró tanto a vivir allí que si iba para otra casa, en algún punto terminaba regresando al hogar para acostarse en su cama.

Aún no sabe cómo ni por donde entra Yuki a la casa, ya que siempre tienen todo cerrado y se supone que no hay alguna parte destrozada en el hogar como para que entrase por allí.

Hubiese seguido sumergido en sus pensamientos sino fuese porque sintió a Naruto removerse ligeramente mientras se quejaba en voz baja, el rostro del Namikaze se resfrego ligeramente contra si hombro, casi como si de este modo el dolor dejase de existir por sólo hacer esa acción. 

Lo dejaste soloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora