Cap. 10

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Al siguiente día el primero en despertar fue Naruto, usualmente quien se despertaba antes por increíble que fuera era Shikamaru, por lo que despertar primero y ver el rostro sereno del contrario mientras dormía fue una situación bastante pacífica.

Era como si aquello le invitase a seguir durmiendo, lo cual con mucho gusto lo haría. Estar entre los brazos del Nara siempre fue reconfortante, sobre todo después de un momento de vulnerabilidad de su parte.

El pelinegro siempre sabía que decir o hacer para salvarle de la oscuridad, no pudo evitar reír un poco ante aquel pensamiento.

Un chico de sombras salvándole de la oscuridad era algo raro de pensar, pero de ese modo era.

Se abrazó aún más al cuerpo contrario tratando de no reír fuerte, ya que no quería despertar al mayor.

En algún punto terminaron cambiando del lado de la cama, lo más probable siendo culpa suya.

Ahora era Naruto quien estaba durmiendo hacia la pared cercana a la ventana, no supo cuánto tiempo pasó hasta que sintió el sol dañar ligeramente su vista, quedando el sol solamente hacia su costado y el ninja de sombras quedando cubierto de tanta luz.

Iba a ocultar su rostro en el pecho ajeno para evitar aquello, pero unos brazos ajustando más su agarre junto a un movimiento que causó un leve chillido de su parte, fue cambiado de un lado al otro en cosa de segundos.

Ahora a quien le llegaba la luz de lleno en el rostro era a Shikamaru, quien se quejó ante aquello con un "que fastidio" antes de acercarse más a la orilla juntando su cuerpo al del menor, tratando de refugiarse del sol.

— ¿No sería mejor levantarnos?

No era posible ver al contrario, pero si podía escuchar los latidos de su corazón junto a su respiración sin problema alguno. Sintió como su pecho se movió ligeramente ante lo que creía una risa.

— ¿Tienes alguna misión?

— No...

— Yo tampoco, entonces durmamos un poco más. Ya luego eres libre de entrenar o lo que quieras hacer.

Al notar la flojera en su voz no pudo evitar reír acomodándose de mejor manera entre los brazos del ojimarrón, no era capaz de decir en voz alta que amaba esa idea.

— ¿Má no se enojará?

— Puede que sí, pero cuando llegue y te vea también aquí no hará nada, simplemente sé mi cómplice por hoy, ¿sí?

El rubio asintió mientras pensaba un "Hoy, mañana y siempre.", frase que no se sentía capaz de decir en voz alta.

Se mantuvieron de ese modo bastante tiempo, con los ojos cerrados tratando de mantener la tranquilidad entre ambos.

El ojiazul en poco tiempo volvió a dormirse, el Nara se mantuvo unos segundos más despierto para seguirle con aquello.

No había nada mejor que dormir por un momento en búsqueda de paz.

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La segunda vez que el Nara despertó no le quedó de otra que levantarse, no fue por su madre ni nada, sino que desde hace un par de minutos escuchaba al menor hablar entre sueños sobre lo tanto que quería comer ramen.

Y si, estaba soñando con eso.

En algún punto logró soltarse del menor mientras le dejaba una almohada para que abrazara, fue a darse un baño para quitarse la flojera de encima.

Sabía que no lo haría, pero no estaba de más el probarlo.

Se mantuvo unos minutos bajo el agua pensando en muchas cosas, como en el entrenamiento que quedaron por hacer como equipo a partir del fin de semana.

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