Otro año más desde la mudanza de Alexandra a la casa de los Pevensie. ¿Quién diría que estos en poco tiempo entraron en el corazón de Alexandra?
Para ella todo es perfecto, pero siempre hay cosas negativas, o más bien personas negativas.
La fama de...
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Edmund Pov's:
Tenía planeado llevar a Alexandra a comer un helado, y después sentarnos en un parque para conversar.
—Ed —me llamo Alexandra.
Volvió a decirme Ed, volvió a decirme Ed!
—Si Ale? —le pregunté volteando a verla.
—¿A dónde vamos a ir? —dijo Ale volteando a verme.
—Te dije que es sorpresa —dije sonriendo mientras jugaba con un mechón de su pelo.
Ale sonrió ante esto —Pero Ed, dime—suplico Ale sonriendo.
—No —dije sonriendo.
—Ush, bien. —dijo Ale.
En una acción rápida me dio un beso en la mejilla, volvió su vista al frente y comenzó a caminar.
Yo estaba sorprendido parado en el mismo lugar.
—Ey! —dije yo reaccionando corriendo hacia ella.
—¿Qué sucede? —dijo Alexandra sonriendo.
—No, nada —dije sonriendo mientras la abrazaba por atrás
Ella solo sonrió y agacho su cabeza en respuesta.
Amaba estar así con ella, yo la abrazaba por atrás, mis brazos en sus hombros mientras caminábamos.
Todo era perfecto, pero llegó Lizzie..
—¡Ed! —chillo Lizzie llegando a nosotros.
Pude ver y sentir como Ale desvanecía su hermosa sonrisa, sabía que pensaba que la dejaría de lado nuevamente, pues parecía que estaba esperando que quitara mis brazos de ella.
Pues qué pena por ella, no lo haré.
—Lizzie, hola.. —la saludé.
Pude notar como veía mal a Alexandra al ver como yo la abrazaba.
—Alexandra, sin ofender pero, podrías irte? —dije mirandola con una sonrisa realmente falsa.
—No, no se irá —dije yo sonriendo mientras seguía abrazándola.
—¿Qué? —preguntó Lizzie.
—Lo que escuchaste, quiero estar con mi Ale, así que si no es mucha molestia nos vamos —sonreí y comencé a caminar, pero como no iba a soltarla pues le dije —vamos Ale. —dije haciendo que comenzara a caminar.
