Otro año más desde la mudanza de Alexandra a la casa de los Pevensie. ¿Quién diría que estos en poco tiempo entraron en el corazón de Alexandra?
Para ella todo es perfecto, pero siempre hay cosas negativas, o más bien personas negativas.
La fama de...
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Alexandra y Edmund ya habían llegado a la fortaleza, Susan y Lucy los habían esperado afuera.
—Susan, no se, realmente no quiero ir —dijo Alexandra referente al tema de irse junto a Lucy y su amiga.
—Es por tu bien Ale, pero si realmente quieres quedarte, quédate, por nada no tienes el título de la Leal y Guerrera —le dijo Susan con una sonrisa, la cual Alexandra devolvió.
—Eso es lo que haré, me molesta que Peter me subestime —dijo una Alexandra desanimada.
—Es porque quiere protegerte —respondió Susan
—También, quiero quedarme porque si es que le pasa algo a Peter, quiero estar ahí con el —habló la pelinegra preocupada.
—Ni te preocupes, sabes cómo es Peter —Susan recordó la pelea del estación de tren—. No, si preocúpate.
Alexandra y Susan rieron levemente.
—Susan, ¿qué te parece Caspian? Es lindo, ¿no? —preguntó Alexandra buscando que Susan le diga que si.
—Bueeno, digamos que si es lindo —dijo Susan con una sonrisa ya que Alexandra comenzó a sonreír con burla—. Y nada más
—Se que te gusta —dijo Alexandra sin rodeos
—¿Qué? No, nada que ver —respondió Susan
—Ay Susan, cuando aceptes que te gusta será demasiado tarde, por eso aprovecha el momento Su —dijo sin más Alexandra.
Susan se quedó pensando, para nadie era sorpresa que había algo entre la Benévola y el príncipe Telmarino.
Después de rato llego Lucy, Susan y ella iban a irse en caballo, Alexandra se despidió de Lucy y fue al lugar donde dormía para cambiarse.
Llegó Caspian donde las hermanas Pevensie, quería despedirse y darles el cuerno de la castaña de vuelta, por si necesitaban ayuda.
—Están en buenas manos —dijo Caspian mientras acomodaba al caballo.
—O pezuñas —dijo Lucy
Caspian sonrió y miró a Susan, Susan también lo miró.
—Suerte —le dijo Caspian.
—Gracias —dijo Susan quitando la mirada.
Caspian por un momento pensó que su enamoramiento con Susan Pevensie, sería imposible.
