4

1.5K 97 4
                                    

Solamente pasaron unos minutos y los dos estaban en el piso de la madera viéndose, Ace tocando y besando el cuerpo de su pareja y escuchando los gemidos del contrario, algunas veces se besaban pero seguían. No tenían ropa ninguno de los dos, Ace no sabía que estaba haciendo pero seguía y haciendo que su pareja no tenga miedo.

Ace vio a su pareja que estaba soltando gemidos y algunas veces su nombre, enseño sus tres dedos al rubio y el contrario no entendía, el azabache le metió sus tres dedos a la boca del rubio, Sabo lo estaba lamiendo sin saber si lo está haciendo bien o no.

—Sera hasta aquí, voy a entrar en ti

Sabo quería saber porque iba a entrar pero no dijo nada y viendo a su pareja que quito los dedos de su boca. Ace le sonrió y un dedo metió en la entrada de su pareja haciendo que se quejara Sabo por eso y soltando un gemido casi alto, el azabache beso a su pareja para que no grite mucho. El dedo que está en la entrada del rubio lo movía en círculo y empujando poco, metió su segundo dedo y haciendo como una tijera

Sabo se sentía raro por tener los dedos del azabache en su entrada pero quería que siguiera aún más, sintiendo que se movía y soltando gemidos casi fuerte, no quería gritar, no quería que el pequeño se levanté y que mirara esto.

—tranquilo, no continuare, si es que no quieres

Dijo el azabache en el oído de su pareja, parando lo que estaba haciendo

—Continua... No pares

Dijo Sabo viendo le con una sonrisa, el azabache le dió un beso y de paso metiendo el tercer dedo de la entrada de su pareja. Sabo gimió entre los labios de los dos y soltando pequeñas lágrimas de dolor, Ace se separó del beso y dándole una sonrisa a su pareja.

—Voy a entrar

Dijo Ace susurrando a la oreja del rubio, saco sus tres dedos y metiendo poco a poco su pene a la entrada del contrario, Sabo se quejo por eso y levantándose para agarrar el hombro del azabache, estaba al costado del cuello del azabache y sollozando por el duro pene de su pareja entre su entrada. Ace no se movió por ningún momento para que su pareja se acostumbre.

—Agh...mmm~ A..Ace~... Duele~

—Tranquilo, no me voy a mover hasta que te vayas acostumbrar

Ace dejo de nuevo a Sabo en la madera de esa casa y besando a su rubio. Unos minutos pasaron y Sabo se estaba moviendo, Ace en ese momento también se movió. Sabo sentía el pene de su pareja que estaba saliendo y entrando de su cuerpo, sus gemidos salía y queriendo aún más lo que hace el azabache. Ace se movía poco a poco pero el calor que tiene hacia que quiera más, así que hacía casi rápido y no hacerle sufrir a su rubio.

Ace movía su cuerpo y juntandose más a su rubio, Sabo no podría parar de gemir a veces tapaba su boca con su mano o también besando a su pareja. Era su primera vez de ambos y no quería parar. Sabo sintió algo que quería salir de su pene y no sabía que era y gemía con un poco de dolor.

Ace se movía rápido y sintió también algo en su pene, solamente unos cuantos más movimiento fuertes los dos se vinieron. Ace en la entrada de su rubio y Sabo en los pechos de ambos. El azabache salió de la entrada del contrario haciendo que el rubio se quejara por eso



































Ya era de día, un pequeño niño se estaba moviendo queriendo levantarse pero no podría, la manta que tiene le estaba fastidiando, miraba solamente las paredes, menos los dos adolescentes... No sabía que hacer así que lloro fuerte y moviéndose mucho más, las sábanas le estaban fastidiando.

Nuestro Amor DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora