Sobrevivir no es vivir

Capítulo 4: Mi nuevo amigo

El perro se llamaba Ajax y tenía una pierna herida, este acercó a mi y luego me lamió la cara haciéndome cosquillas, yo respondí acariciandole la cabeza y luego me quedé mirando a la ventana y pensé en que no iba a poder dejar a Ajax fuera, por lo que decidí no entrar a la iglesia y buscar otro refugio para pasar la noche.

Ajax me empezó a morder la pierna suavemente mientras me empujaba hacia los arbustos.

En los arbustos había una tienda de campaña con un plato para perros, Ajax lo acercó a mi con su cabecita y luego me miró fijamente.

Saque una botella de agua de mi mochila y le eché un poco para que beba.

Este será un buen refugio para al menos hoy, pensé mirando a los alrededores.

Le dije a Ajax que se quede ahí bebiendo agua y me fui a buscar trozos de ramas para colocarlas alrededor de la tienda de campaña para que funcionen como alarma en caso de que algún zombi se acerque.

Una vez cayó la noche prendí una fogata para la fría noche que hacía, pues estábamos ya casi a mediados de septiembre y se acercaba diciembre.

Por esas fechas en Furthermore hace mucho frío, llega incluso a nevar el lugares como Irish o Promess, pero nunca llegó a nevar en Lewis.

Robert se quedó dormido y yo le dejé mi sudadera azul como manta, quedándome únicamente con mi camiseta negra.

Apagué el fuego y observé que no hubiera nadie a mi alrededor, habían unos cuantos zombis, y decidí cerrar las rejas de la iglesia para que no puedan entrar.

Los zombis que habían intentaban agarrarme a través de la reja, pero claramente sus manos no llegaban a mi. Yo sonreí dándome cuenta de que estaba seguro en aquel lugar y me fui a dormir.

En los sueños de Jimmy se puede ver a con siete años, corriendo detrás de dos siluetas hacia una luz, una de las siluetas se queda quieta pero la otra se desaparece al entrar a la luz, escuchandose un golpe.

Me desperté en mitad de la noche pensando en cómo tenía aquella pesadilla otra vez, miré a Robert y este se despertó al yo hacer ruido despertadome tan bruscamente, yo me acerco a él y lo acaricio hasta que se quedó otra vez dormido.

Salí un rato a tomar el aire y a mear, me quedé mirando la tumba de Summer pensé en quien podría haber sido aquella mujer para tener una lápida en la iglesia San John.

Me senté apoyando la espalda en la lápida y empecé a delirar y preguntarme cosas sobre mi vida.

Empecé a cuestionarme si merecía la pena seguir vivo, si mis padres realmente me querían, en cómo sería ahora mismo mi vida si todo fuese normal.

En ese momento recordé el periódico que había agarrado y me puse a leerlo, la verdad que nunca había leído uno, de hecho ni veía las noticias en la televisión y me enteraba de las cosas porque me las contaban.

En el periódico había mucho política, hablaban sobre una guerra, en cómo el príncipe de Inglaterra había sido asesinado por un disparo de un espía norcoreano, un ataque directo de terroristas italianos al edificio principal de la OTAN, conflictos entre Rusia y Ucrania, el señor Gargulio se pelea en un debate económico con el presidente de España y un ataque terrosista de Estados Unidos al vaticano donde murió el Papa de un tiro a la cabeza. Se habla de una posible tercera guerra mundial debido a la falta de petróleo en China, la ONU se disuelve y en Francia vuelven a instaurar toques de queda y la Ley Marcial y el jugador argentino

- Vaya, con que así fue, básicamente estalló la tercera Guerra Mundial.

Yo simplemente me eché a reír a carcajadas mientras unas lágrimas salían de mi interior.

Volví a encender la hoguera para calentarme un poco sentándome en la lápida y quemando el periódico.

Mientras Jimmy quemaba el periódico no se dio cuenta de dos presencias femeninas que lo acechaban desde la oscuridad.

- Esto no le va a gustar nada, debemos avisar a la familia.

- Tienes razón hermana, debemos decirle cuanto antes.

Volvi a apagar el fuego y trepé el árbol para pasar por la ventana llegando al segundo piso de la iglesia, bajé las escaleras hasta el primer piso y quité los objetos que no dejaban abrir la puerta.

Abri la puerta de la iglesia y volví a la tienda de campaña, donde yo me dormí hasta el día siguiente.

A la mañana siguiente, me volví a poner mi sudadera azul con rayas blancas y Ajax y yo salimos en busca de comida y suministros al supermercado más cercano, por cercano eran una media hora a pie.

Una vez que llegamos habían varios zombis rondando por la zona, yo le dije a Ajax que este en completo silencio y que me siguiera.

Ambos caminamos lentamente y conseguimos entrar por la entrada trasera, que cerré lentamente para no hacer ruido, pero en ese momento todo salió mal.

Un zombi que no vi saltó encima de mi y yo me caí pulsando el botón de la alarma del lugar, luego caí al suelo, le di una patada al zombi y lo mandé lejos de mi, Ajax le mordió la ropa y yo lo maté con mi cuchillo.

El ruido de la alarma era tan fuerte que los zombis de afuera empezaron a golpear los cristales de la tienda, unos zombis más salieron, Ajax saltó entre los estantes y se subió al mostrador y empezó a ladrar para llamara su atención, yo aproveché y mate a tres zombis por la espalda.

Cogí una bolsa de plástico y se la di a Ajax y ambos nos separamos para buscar provisiones.

Yo empecé a coger todo lo que veía, pero era muy poca cosa, solo encontré unas vendas, una soga y sobre todo bebidas alcohólicas. No tuve mucho tiempo de pensar porque dos cristales se rompieron y los zombis empezaron a entrar, escuché los ladridos de auxilio de Ajax y corrí hacia el pasillo donde estaba, había unos cinco zombis yendo a por él en un callejón sin salida, yo corrí al pasillo de al lado y empujé el estante aplastando a todos los zombis, entonces le di la mano a Ajax pero este me ignoró y salto detrás de mi sobre un zombi que estaba a punto de morderme.

Otro cristal se rompió y más zombis llegaron, ambos corrimos hacia la salida pero la herida de Ajax se abrió y este soltó la bolsa de su boca, yo la metí en mi mochila e intenté ayudar a Ajax, maté a un zombi que estaba cerca y volví a intentar a ayudar a Ajax pero este no se podía levantar, me entró la desesperación pues teníamos a todos los zombis prácticamente encima.

En ese momento miré a Ajax y lo abracé mientras le metí un tiro con mi pistola en la cabeza para que este no muera con dolor.

Salí de allí corriendo sin mirar atrás y le di una patada a la puerta, entonces ahí fue cuando vi como los zombis devoraban su cuerpo.

Seguí corriendo y corriendo hasta subirme a un camión que estaba abierto pero vacío, me senté en el techo a ver la situación y me acosté para ocultar mi presencia, estuve ahí todo el día pues los zombis no se iban debido al ruido.

Al caer la noche la alarma se apagó y los zombis ya se habían ido.

Me iba a ir pero en ese entonces recordé a Ajax y me quedé viendo el supermercado y caminé hacia un coche que abrí rompiendo su ventana con el codo.

Le hice un apaño como vi en una película de acción puse una piedra en el acelerador, el auto salió disparado hacia la tienda y este se estrelló contra la tienda, la gasolina empezó a salir del tubo de escape y yo disparé.

Todo estalló y quedó en llamas, zombis empezaron a llegar y yo me quedé mirando al mar de llamas mientras hacía un saludo militar.

- Adiós amigo - dije justo antes de salir corriendo de vuelta a la iglesia.

Solo conocí a Ajax por unas cuantas horas, pero había sido un gran amigo, su muerte me había dolido mucho, pues yo seguía vivo gracias a él, y fue por eso que le di un funeral digno, un funeral digno para mi nuevo amigo.