Cuando conseguimos salir de la Madriguera, pasamos toda la noche caminando por el denso bosque y oscuro bosque, cuidándonos las espaldas, estuvimos matando zombis toda la noche hasta que conseguimos llegar a una gasolinera en pleno amanecer.
La gasolinera parecía vacía, un montón de viento frío tocaba mi rostro, un montón de polvo me entraba en los ojos, a la vez que un sentimiento de paz enorme al saber que ya habíamos salido de ese infierno.
Aún no podíamos creer que se había acabado, tantas muertes en un mes, realmente me dejaron afectado. Como aquellos días.
Himeko se sentó encima de un coche observando los restos de su máscara rota.
- ¿Aún la necesitas? - pregunté yo mientras miraba a un zombi que deambulaba por ahí.
Himeko observó al zombi tiro el trozo de máscara al suelo y me respondió en un tono bajo y cansado que no.
Yo realmente no le creí.
Jerome se acercó al zombi y lo mató.
- ¿Dónde está Viktor? - preguntó Jerome mientras se pasaba el cuchillo lleno de sangre por el pantalón.
- Está en la gasolinera - dijo Himeko mirando a la nada.
Cuando Viktor salió de la gasolinera, salió con una enorme moto en perfecto estado.
- ¿Sabes que puedes quedarte con nosotros verdad? - dije yo mientras Viktor se subía a la moto.
- Lo sé, estoy agradecido por haberme sacado de ahí, pero es algo que debo hacer, debo hallar a mi hermano y reunirme con él.
Levantándose de la moto, Viktor se despidió de Jerome y de Himeko, yo observaba sabiendo la mentira que le habíamos dicho con tal de conseguir escapar, me empezó a carcomer la consciencia.
- Oye, Viktor... - dije tartamudeando
- Dime Jimmy - dijo él con una sonrisa mientras se ponía el casco de moto.
Jerome y Himeko me decían con la cabeza que no dijera, yo apreté la mano derecha y decidí continuar con nuestra mentira.
- Que tengas mucha suerte, buscando a tu hermano, espero que esté bien.
- Muchas gracias, espero que ustedes también consigan su objetivo.
Viktor se subió a la moto y partió a la carretera desapareciendo en el horizonte.
- ¿Ahora que deberíamos hacer? - preguntó Jerome.
- Pues empecemos por el principio, busquemos cosas en la gasolinera, yo perdí la mochila, solo me queda la pistola y cuchillo, ustedes también necesitarán algo.
Himeko dijo que tenía razón y apoyando su katana como un bastón en el suelo se levantó para luego guardarla.
Himeko intentó abrir la puerta pero esta había quedado cerrada después de Viktor saliera de allí, ella iba a darle una patada a la puerta pero Jerome la detuvo diciéndole que así haría mucho ruido.
Jerome le quitó una horquilla del pelo a Himeko y empezó a forzar la cerradura hasta abrirla.
Cuando entramos estaban todos los cadáveres de zombis que Viktir había dejado y empezamos a rebuscar entro lo poco que había.
- ¿Encuentras algo? - pregunté yo
- No - dijo Himeko en un tono serio y seco.
En ese momento miré a Jerome y lo único que hizo fue subir los hombros y seguir buscando.
Momentos después Himeko me llamo y me lanzó una mochila que encontró.
- Pero tú también la necesitas.
- Tranquilo, me las arreglaré.
En uno de los estantes encontré muchos dulces y una botella de vino en perfecto estado, me la guardé en la mochila y en ese momento vi una puerta entreabierta y decidí entrar a investigar.
- Voy a ver que hay en esa habitación.
- Ten cuidado - dijo Himeko mientras abria una caja con un montón de polvo y Jerome se empezó a reír.
Cuando entré vi al zombi de un ancianito en los huesos, casi sin poder moverse, atado a una silla junto a unos colchones manchados de rojo.
A mi derecha observé un cuadro con una foto, erá este anciano cuando estaba vivo junto a sus dos hijos y su esposa.
El cuerpo de la esposa no estaba pero supuse que el de los niños estarían en los colchones.
Ignoré al zombi mientras esté intentaba agarrarme pero esto era como en el patio de la iglesia San John, no podía hacerme nada.
Abrí uno de los cajones y allí había una nota, bastante larga que me guardé para leer más tarde cuando estuviese libre o aburrido, en otro de los cajones había una radio, revisé que tuviese pilas y efectivamente no tenía y decidí dejarla ahí.
En otro de los cajones encontré una postal donde veía al hombre solo, en un lugar nevado y sonriendo, tendría que ser la ciudad de Bondía, literalmente al otro lado de la ciudad justo antes de Kaya.
Agarré la foto y la observé y por detrás de la postal había un texto.
"De vacaciones en Fuerte Timmy (2003)"
En ese momento se me iluminó la bombilla y pensé, si los zombis se exponen al frío estos se hacen inútiles y muy lentos.
Tomé la postal y la guardé, salí de la gasolinera y vi a Himeko y Jerome conversando, entonces los interrumpí y les conté mi plan, y tras contarles mi plan ambos se pusieron de acuerdo en que nuestro objetivo sería llegar a Fuerte Timmy.
Fuerte Timmy es una famosa estación de esquí dentro de una ciudad amurallada por troncos de árboles muy gruesos, hay muchas cabañas que sirven como hotel y además hace frío todo el año, perfecto para vivir ahí y ralentizar a los zombis que quieran atacarnos, además de estar muy alto, útil para vigilar a quiénes se acerquen desde lejos.
Jerome me dio una botella de agua que encontró y me dijo que beba agua, yo bebo agua y le doy las gracias a Jerome.
Como primera misión tendríamos que salir de Lewis, por lo que aún quedaba un largo camino por delante.
Los tres caminamos todo el día y luchamos contra algunos zombis hasta que cayó la noche y Jerome encendió una fogata con un mechero.
- ¿De dónde sacaste el mechero? - pregunté yo mientras jugaba con mi cuchillo.
- Mi padre fumaba, nunca me gustó que lo hiciera, pero mira, algo bueno tenía que dejarnos.
Nos quedamos un rato los tres comiendo de las provisiones de la gasolinera hasta que Himeko dijo que haría la guardia nocturna mientras Jerome y yo dormíamos, tras un rato ambos nos quedamos dormidos profundamente.
Himeko se queda sentada en un tronco mirando otra vez un trozo de su máscara y al bajarla ve a Jimmy y se levanta, se quita su chaqueta negra y se la pone por encima.
- Te vas a resfriar - decía mientras acariciaba su cabello y se volvía a sentar en el tronco el resto de la noche.
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Sobrevivir no es vivir
Fiksi Ilmiah¿Una guerra? ¿Un apocalispsis? Sería divertido, salir del mundo real y monótono que vivimos. Pero todo era mentira, solo eramos peones de un gran tablero