Capítulo 11

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Noches de Melancolía

Narrador.

La noche envolvía el campus en un manto de melancolía, y el balcón se convertía en testigo silencioso de encuentros que resonaban con el eco de un pasado compartido. Tara, envuelta en sus pensamientos, se encontró con Emma en la penumbra iluminada por la luz de la Luna.

—Hola, Tara —saludó Emma, su voz llevando consigo la sombra de lo no dicho.

Tara respondió con un suave "hola", y ambas se sumergieron en una conversación que fluía como un río, llevándolas de vuelta a la época en que las palabras entre ellas eran simples y sin complicaciones.

Hablaban de trivialidades, evitando el torbellino emocional que aguardaba en la periferia de sus interacciones. Sin embargo, sus miradas intensas, cargadas de significado no expresado, revelaban un mundo interior en constante ebullición.

—Recuerdo cuando solíamos contar historias bajo las estrellas. ¿Lo extrañas, Tara? —preguntó Emma, su tono llevando consigo un atisbo de nostalgia.

Tara asintió, pero su mirada se perdió en el horizonte, como si las estrellas fueran mensajeras de los secretos que se ocultaban entre ellas.

A medida que la noche avanzaba, la charla entre Emma y Tara adquirió la familiaridad de una antigua melodía. Las risas, las confidencias y las miradas compartidas resonaban con la pureza de un tiempo que parecía haberse detenido.

Tara, incapaz de resistir la tentación, volvió a mirar a Emma. En esos ojos encontró la verdad ineludible: que su corazón aún latía con el eco de un amor que había perdurado a través del tiempo.

—Emma, ¿alguna vez te has preguntado si las estrellas recuerdan nuestras historias? —preguntó Tara, su voz temblando con la carga de la confesión no dicha.

Emma la miró con curiosidad, pero en sus ojos se reflejaba la comprensión de que la conversación había trascendido las anécdotas inocentes.

—Tara, somos adultas ahora, nuestras historias han cambiado. —Emma respondió, pero sus propias palabras resonaron como un eco lejano.

La universidad, testigo de noches de melancolía y encuentros cargados de emociones, se volvía el escenario de una verdad inmutable. Mientras Emma y Tara se enfrentaban al desafío de sus propios corazones, las estrellas continuaban su eterna vigilia, recordando historias que aún no habían alcanzado su desenlace.

Entre Distancias y DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora