6) Bonito

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Cosas que odió con toda mi alma:
1: personas estúpidas.
2: Yo
3: Personas que lastiman a otros
4: Ver a las personas tristes.
5: ¡QUE NO ME CUENTEN UN CHISME SI TENGO DE FRENTE A ESA PERSONA!

Silvio miraba su celular con ojos abiertos, parecía un fantasma de lo pálido que estaba y leía de arriba a abajo, lo lograba ver gracias a sus ojos azules.

El escribió algo, note que estaba tardando esto incluso más, mientras esperaba el soltará su celular seguía comiendo un poco, y no por ser desconsiderado pero no había desayunado todavía.

El por fin guardo su celular y me sonrió forzosamente.

— ¿Q-que decías?— tartamudeo.

Alce la ceja y el bebió de su café para evitarme la mirada.

—¿Paso algo malo?— interrogue.

El miro el techo, wow que hermosos techo¿Porqué me estaba evadiendo?

— ¿Porqué lo dices?— Me respondió la pregunta con otra pregunta.

Mí mano comenzó a temblar nervioso, no me gustaba ese gesto, odiaba cuando las personas hacían eso.

— T-tu rostro — susurré, metí mis manos debajo de la mesa para comenzar a tocar mis dedos con mi pulgar intentando saltar el anular.

El bufó y me observó.

— Simplemente pasó algo malo, oye, no había visto el mensaje de mí madre, salió con mi hermana así que no vendrá, eres libre oficialmente — me dijo y asentí.

Iba a quedarme callado pero el remordimiento de notar su malestar me hizo reaccionar.

— Si quieres hablarlo yo estoy aquí, no me molesta escuchar — asegure con la mirada gacha.

El soltó una risa tierna.

— Gracias, Muzi — dijo.

Los ruidos externos se estaban haciendo más fuertes a mis oídos, me estaba poniendo más nervioso.

Comencé a mover mi pierna incómodo, necesitaba distraerme de alrededor o esto iba a salir mal.

— Muzi ¿Estás bien?— cuestionó.

Mí respiración era un desastre, no lograba calmarme.

Negué con rapidez y el se acercó un poco más.

— Estás sudando frío — me dijo pasando su mano por mí rostro.

Se levantó y me tomo de la mano, se dió cuenta de que estás me estaban temblando.

Odiaba verme como un problema, odiaba see un problema, el estaba pasando algo fuerte y yo aquí con mí estúpido ataque de pánico.

Silvio me jalo y lo seguí a paso ligero ya que mis piernas reaccionaban poco a poco.

Lo acompañe detrás de la cocina a una habitación, se veía muy pequeña probablemente para empleados.

El me sentó sobre un sillón y acaricio mi cabello apartandolo de mí rostro.

— ¿Tienes alguna alergia?— negué — ¿Alguna enfermedad?— Preguntó.

Tenía asma pero eso no era relevante, yo sabía que era esto.

— E-es un ata-que d-de pa-nico— dije tartamudeando.

Está vez lo estaba manejando a comparación de los anteriores, quizás la vergüenza de estar rodeado de personas.

Silvio se sentó a mi lado y colocó su mano sobre la mía.

— Bien, Muzi, no sé ni que estoy haciendo pero vas a inhalar cada dos toques que te dé en la palma¿Okey? Tienes que contarlos, vas a exhalar cuando tú quieras, relaja tu cuerpo, hazte conciente de tus extremidades — me dijo en tono de voz calmado.

¿¡Ser tú novia?! / Silkato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora