PRELUDIO III: INICIACIÓN

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Ya varios meses luego, posterior a estas revelaciones en la vida del muchacho, su vida trataría de seguirla con normalidad, sin embargo, este constantemente se ausentaba por algunos días, se adentraba en el bosque que hay detrás de la gran mansión, todo mundo desconocía que hacía allí.

El invierno se estaba adentrando y el frio era cada vez más abrazador en el exterior, se había dado una alerta por tormentas de nieve para todo el Condado Kann y zonas cercanas. Pero él se mantenía en aquellas actividades.

Allí es donde el muchacho practicaba con sus nuevos poderes sin que nadie le molestara, partía los gigantes y gruesos troncos con un solo golpe, su velocidad de reacción podía alcanzar niveles que apenas el ojo humano podía seguir, además de que era el campo de tiro perfecto para probar sus habilidades de proyección de energía, además de controlarlas y sin el miedo de estallar.

Este extendía su mano y con pensarlo, aunque con un poco de trabajo, dispararía una esfera de energía roja, que generaría una explosión considerable en el lugar; era bastante novato, recién empieza a darse cuenta de sus enormes habilidades, solo que la única forma de poder percatarse de que tan poderoso puede llegar a ser, es probar sus límites.

Con los días y los meses su progreso en el control de estas habilidades era mayor, podía controlar perfectamente la precisión de sus ondas de energía, sin embargo, aún faltaba controlar su fuerza, a lo que, en absoluta ignorancia de técnicas de combate, decide tomar clases en diferentes artes marciales.

Aprendiendo a un ritmo muy acelerado, múltiples estilos de combate; desde Karate, KickBoxing, Krav-Magá y Wing-Chun; hasta Boxeo, aunque esto último es algo con lo que el muchacho ya está relacionado, ya que estuvo en un campamento de box de verano a los 13 años, siendo reconocido como el mejor peleador de aquel campamento.

Además de que las artes orientales lo llevarían a conocer la meditación, siendo una práctica que heredaría de sus múltiples maestros y le sería de gran ayuda para dominar su fuerza, siendo que para poder dominar a su totalidad el cuerpo, debe de dominarse la mente primero.

Durante todos estos meses, hasta agosto estaría entrenándose así mismo, logrando múltiples avances y tener mucho mayor control de sus propias habilidades, aunque hace poco descubrió que podía volar, esto siendo de manera improvisaba mientras saltaba por los techos del casco antiguo, cuando hizo un mal salto y se precipitó contra el suelo, solo que nunca pudo tocarlo, quedando suspendido en el aire a pocos centímetros.

Por lo que eso es lo que busca entrenar en estos momentos, este se agacharía de lleno hacia el piso, colocando sus manos en el piso, como si fuera a emprender una carrera, terminando por salir disparado por los cielos, a una gran velocidad que poco podía maniobrar, terminando por estrellarse contra una montaña.

Lo volvería a intentar en días posteriores, ahora logrando mayor maniobrabilidad y llegar a nuevos niveles de velocidad, siendo que incluso en uno de sus entrenamientos de sobrevuelo, logró romper la barrera del sonido, alcanzando la velocidad de un avión de combate.

Cuando se encontraba volviendo a la mansión, logro darse cuenta de la entrada a un sótano, ya que la mansión tenía múltiples sótanos, solo que este no lo conocía y nunca le contaron sobre él.

Este sótano tendría un pasadizo secreto bastante anticuado y desgastado que lo llevaría a unas catacumbas abandonadas de la casa; el sitio si bien estaba un poco oscuro, era bastante solitario con eso ya era más que suficiente. En una de las pláticas con su madre esta le explicó que aquellas catacumbas fueron parte de los cimientos cuando se construyó la mansión, siendo una gran zanja, el señor Crusoe pensó que podría ser de utilidad para guardar cosas, sin embargo, con el paso de los años lo terminó descartando, aunque la estructura quedó funcional por décadas.

EL CABALLERO CARMESÍ I: CORRUPTA OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora