EL CABALLERO CARMESÍ I: CORRUPTA OBSESIÓN

CAPÍTULO XII: LA JUSTICIA QUE DEBE SER DEFENDIDA

Al otro día, ya con las aguas completamente calmadas y los medios clamando la victoria de la justicia por sobre el caos y la lluvia de muertes que estaba aquejando a la ciudad desde el inicio de toda esta cacería por la Inquisidora.

Las cosas estarían en un sentimiento de transición, la mayoría de la gente estaría mucho más calmada y empezaría a salir a las calles con mucha mayor seguridad, sin embargo, un grupo considerable de personas yacen en descontento total por lo ocurrido en la noche anterior, sumado a que todavía hay miembros de la organización conocida como La Inquisición, en total libertad, estos se han enfocado en armar una campaña mediática en contra del sistema y oponiéndose al arresto de su líder.

Aprovechándose de ese sentimiento anti sistémico que se ha ido instaurando dentro de las bajas urbes de la sociedad; aquellas mismas almas contagiadas con aquella llama que irrumpieron en el ministerio volverían a la carga, ahora organizando múltiples disturbios en distintos puntos de la ciudad.

Todos y cada uno, clamando libertad e insistiendo que la verdadera justicia nunca se va a defender por la vía pacífica y diplomática, empezando a prender fuego a cosas de la vía pública, romper y asaltar a todo quien se les cruce, saquear todo edificio que estuviera disponible.

Las autoridades no tardarían en aparecer para combatir a los agresores, armándose un operativo masivo para desbaratar cada uno de los focos violentos que se están formando en múltiples partes de los diferentes distritos de la ciudad capitalina.

Por otro lado, la terrorista, Irina Glenn fue procesada durante la madrugada, a pesar de que el interrogatorio hacia ella duró horas enteras, la mujer no dijo una sola palabra, por lo que fue derivada a la Penitenciaría Saint Cross, a espera que se pueda dar su juicio y una pena definitiva.

Sin embargo, se mantiene la duda de que, si eso había sido todo lo que la Inquisidora había planeado, a pesar de todo el caos que armó, demostró tener siempre una planificación milimétrica en su actuar y sus asesinatos; por lo que todos yacen con cautela respecto de su rendición.

Mientras todo esto ocurre, Benjamín observa el nuevo amanecer de la ciudad desde su apartamento en el centro de la ciudad, allí estaría su madre también, acompañándole, al estar la mansión tan vacía no encuentra otra cosa que hacer.

—Con que ahora hay desastres porque la aprendieron... —Comenta la señora al ver las noticias, sentada en el sillón.

—Aparentemente. —Le responde el muchacho, quien yace de pie a un lado del sofá. —La policía teme que Irina esté planeando algo...

—¿Incluso tras las rejas?

—Es una chica muy inteligente, además de metódica, conociéndola estoy seguro que dejó un plan de contingencia preparado, en caso de que lograra frustrar su plan maestro.

—Sí, tienes razón... Pero, aun así, me alegro mucho de que hayas hecho lo correcto y la hayas entregado, ahora la gente te empieza a tener más estima por eso... Protegiste la justicia y actuaste como un héroe. —Elogiaría la señora, a lo que Benjamín solo sonreiría de una forma tímida pero orgullosa.

Sin embargo, una llamada interrumpiría la conversación entre madre e hijo, tratándose de la oficial Javiera Campos, quien buscaría hablar de nueva cuenta con su compañero, Benjamín respondería a la llamada con su voz como Warrant-Man.

—Warrant-Man, pude hacerme con una orden de registro para el departamento de Irina Glenn; estoy muy dudosa de todo lo ocurrido, estoy muy segura de que oculta algo al respecto. Te extiendo la invitación por si quieres unírtenos.

El muchacho tras terminar la llamada se dirigiría al lugar, ubicado oficialmente en una vieja habitación de hotel en el límite del casco antiguo y el distrito sur de la ciudad; el edificio por fuera era bastante pequeño y demacrado, pareciera que fuera a caerse por sí solo, aunque discreto ya que en ningún momento se levantaron sospechas al respecto de lo que se hacía al interior de aquella habitación.