CAPÍTULO IV: TIRADOR SEPULCRAL

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El mismo día, ya cuando la luz de la luna se hace presente y la vida criminal empieza a hacer acto de presencia sobre las calles, aún ante los grandes acontecimientos el crimen convencional no parece terminar; sin embargo, el justiciero, aquel que te observa desde el cielo, permanece inerte, suspendido entre las nubes, las cuales cubren su presencia a simple vista.

Marcarían las doce de la noche, en el distrito sur la vida nocturna solo acaba de empezar, dentro de uno de los lugares más recóndito de esta cloaca, escondido a simple vista y cubierta por el gran puente del metro elevado de la ciudad, el cual por estas zonas yace completamente descuidado, se encuentra el llamado club nocturno, conocido como La Facultad.

Este lugar es la gran fortaleza del mafioso Francis D'Arco, su territorio predilecto, donde este puede hacer y deshacer; incluso los policías no se atreven a entrar al lugar si no es que van como clientes de algún servicio. Es un lugar sumamente conocido en el bajo mundo, tanto por las bailarinas y las fiestas, como también por el dueño y su imperio.

Aquel migrante italiano, llegado al país en 1950 como estragos del impacto de la Segunda Guerra Mundial, este iniciaría como un honesto trabajador en algunas acerías del sector industrial; pero poco a poco este se iría corrompiendo, sacando su verdadero talento para el crimen, escalando poco a poco y dotando de un nuevo poder a las mafias de la ciudad. Carente de sentimientos y remordimientos, este asesina, roba y soborna para hacer y deshacer a su beneficio, convirtiéndose en uno de los lideres criminales más poderosos del país desde 1980, su expansión fue evidente y todos los hilos que movió, toda la gente que hizo desaparecer, todo en el objetivo de llevar a la gloria y riqueza a lo que es una familia de migrantes italianos que yacían en la pobreza y muertos de hambre.

Es una historia sumamente conocida, casi que todos la conocen; debería de estar en los libros de historia del país, pero todo mundo le mantiene respeto al capo; este suele ser benevolente, no atenta contra la gente indefensa, siendo de donde él vino, respeta y ayuda a los pobres, les brinda su protección. Contra quien tiene conflictos es contra la autoridad y los poderosos, ayudado por su primo, Narciso Barlie Galo, su mano derecha y ejecutora de todos sus planes, es el tridente que ha amenazado a la ciudad desde más de 40 años.

Sin embargo, el siciliano, nunca se ha enfrentado a una fuerza tan implacable como lo que representa Warrant-Man, es un hombre que desafía todo lo físicamente posible, la entidad castigadora y que, desde sus inicios, hace tres años, le ha declarado la guerra directamente.

Tratándose de nada más que una partida de ajedrez, donde el justiciero ha frustrado múltiples intentos del mafioso por expandirse a otras partes del mundo, destruyendo múltiples de sus negocios en la zona industrial. Bien se sabe que esta zona es un territorio estratégico, donde pueden tener contacto con el extranjero al poseer cercanía al aeropuerto; el justiciero es conocedor de esto y por eso ha puesto en jaque sus operaciones.

Sin embargo, todo se trata de un puzle, una gran partida de damas entre ambos sujetos, el señor de 71 años de edad, yace en su despacho, al interior de su fortaleza; con las músicas electrónicas de fondo y el sonido nocturno del lugar retumbando en sus paredes.

El despacho era bastante acogedor, además de antiguo, sacado de una de las cintas del padrino, completamente amaderado, con alfombras terciopeladas y una luz cálida proveniente de las lámparas cercanas. En el escritorio yace reposando, con su bastón a un lado, este tiene una empuñadura de un león dorada, con sus iniciales.

El señor, sumamente alto y raquítico, vestido de trajes elegantes y siempre con un cigarro en su mano derecha y un periódico en la izquierda, este se mantiene al tanto de todo lo ocurrido en los últimos días y como la última revelación de la terrorista le parece salpicar directamente.

EL CABALLERO CARMESÍ I: CORRUPTA OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora