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✕ 𝖕𝖊𝖑í𝖈𝖚𝖑𝖆𝖘 ✕
Satoru había esperado a que _____ se arreglara, y antes de teletransportarse a donde estaba Yuuji, echó un vistazo de cerca a la femenina. Debido a su diferencia de altura debió agacharse, y ahora se encontraba a una distancia muy comprometedora respecto de ella.
Notó como sus mejillas se enrojecieron levemente frente a la repentina cercanía, pero no evitó mirarlo extrañada.
— ¿Qué... qué pasa? —luego de unos segundos, el albino se separó, dedicándole una leve sonrisa.
— Tu energía maldita se nota mucho más. Te has vuelto más fuerte. —aseguró.
— A-ah... —rió incomodamente. ¿Qué necesidad tenía Gojo de acercarse tanto? Quizá era porque aquel antifaz no le dejaba percibir tanto la energía maldita como lo haría sin él.
— Yuuji y tú son muy especiales. Y lo digo en serio. —su cara se volvió seria.
— Gracias... Creo. —seguía sintiéndose intimidada.
— Bien, ¿vamos? —sugirió, a lo que la femenina asintió en silencio. Estaba emocionada por poder verlo a su mejor amigo nuevamente, aunque todo esto de ocultar que estaban vivos no le gustaba en absoluto. Pero, debía confiar en su profesor. Por algo es que hacían esto.
Se abrió un vórtice y entraron al mismo, transportándose al lugar donde se encontraba Itadori, quien vestía una sudadera gris y observaba la escena con los ojos muy abiertos. Satoru no le había comentado que vendría con ella, pero su corazón sintió una calidez extraña en cuanto ______ le dedicó una leve sonrisa. Sin darse cuenta, sus piernas habían actuado de manera independiente y se lanzó a abrazar a su amigo.
— _______, que bueno verte. —aceptó su abrazo, cerrando por unos momentos los ojos. El albino sólo se limitó a mirarlos y esbozar una sonrisa.
Luego de unos segundos, se separaron y ambos se dedicaron tiernas sonrisas. Las mejillas del pelirrosa se habían teñido de un color casi igual al de su cabello, lo que le pareció gracioso a la castaña. Pudieron haber seguido hablando, pero Gojo interrumpió.
— Bien, quiero comenzar explicándoles un par de cosas. —juntó sus manos, acercándose a los menores— Vamos a aprovechar todo este tiempo para poder trabajar en su energía maldita. Si bien los dos tienen mucha fuerza física, como no tienen la energía maldita trabajada, les cuesta ponerse al ritmo de los demás hechiceros. Por eso es que cuando van a misiones les doy armas con energía maldita.
Itadori y ______ lo observaban, atentos. La femenina abrió la boca como para esbozar unas palabras, pero el albino interrumpió nuevamente:
— ______, puede que tengas más control de tu energía maldita debido al poder que te dio Sukuna, pero necesitas trabajarla independientemente de eso. Más que todo para que no dependas del todo del poder en la muñeca y puedas trabajar con tu propia energía.
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[PAUSADA] 𝑨𝒕𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒕𝒊 ➳ 𝖗𝖞𝖔𝖒𝖊𝖓 𝖘𝖚𝖐𝖚𝖓𝖆 ;; 両面宿儺
Fanfiction- Y aunque mueras y vivas miles de vidas, en todas ellas estarás atada a mí, no podrás escapar de ese sentimiento de ahogo cada vez que me quieras traicionar, ser miserable. -espetó él, Ryomen Sukuna, el rey de las maldiciones, sellando su pacto con...