両面宿儺
× 𝖗𝖞𝖔𝖒𝖊𝖓 𝖘𝖚𝖐𝖚𝖓𝖆 ×— ¿Cuanto me dormí? —susurraba la castaña, tallandose los ojos y arreglandose su cabello, que despeinado se encontraba por la posición en la que había dormido.
— Unas dos horas, creo. —espetó Itadori, con indiferencia.
________ abrió los ojos inmensamente y se reincorporó en su asiento, sorprendida por la cantidad de tiempo que había estado descansando durante la clase.
— ¡¿2 horas?! Hijo de puta, Yuuji, ¿por qué no me despertaste? —se había enojado, aunque no podía culparlo. A fin de cuentas era culpa de ella el haberse quedado dormida en la aburrida clase de Filosofía.
— Quería ver si el profe te suspendía o algo, pero no hizo nada —decía, quejándose—. Al parecer tener el mejor promedio te da algunos privilegios.
— Tsk —se quejó la delegada de la clase. Segundos más tarde, arreglo el papelerío que tenía sobre la mesa, que eran básicamente apuntes de materias que habían tenido durante el día—. Supongo que sí. —no sabía que decir. Mentiría si dijera que el sueño que acababa de tener no la había dejado desconcertada. Fue muy lúcido, y al despertarse notó como la hoja en la que se durmió tenía un par de gotas que parecían ser lágrimas.
¿Quien era Sukuna? Aquellos tatuajes le causaban un sentimiento indescriptible, como si, a pesar de solamente recordarlos por el sueño, ya pudiera sentir su tacto.
Cada vez que miraba el perfil de su amigo, notaba la gran semejanza de aquella parte en el sueño donde veía a Sukuna en el mismo ángulo, con la diferencia de que Yuuji no poseía tatuaje alguno y tenía una mirada más inocente. Sentía una leve nostalgia, de todas formas. Miró la palma de su mano, recordando lo ocurrido en el sueño. Aquella charla sobre las almas le había dejado un poco aturdida.
— Oye, hoy a la noche nos vamos a quedar con los chicos del club de ocultismo para ver si logramos invocar algún espíritu loco de esos. ¿Quieres acompañarme? —sacó a ________ de sus pensamientos, mirándola fijamente.
— Ni loca, no soy de ese tipo de cosas.
— Vamos, por favor, ¿sí? Porfa~. —el pelirrojo hizo un puchero, al que nadie se podía resistir. Fue tan insistente, que ________ terminó accediendo.
— Está bien, iré.
— Ah, no, espera. Hoy me tengo que ir a las 5 de aquí, por razones familiares, así que se cancela. —rio inocentemente. La femenina suspiró ante lo impredecible y desorganizado que podía ser su mejor amigo.
Habían almorzado con la comida que traía en su bento en el patio del instituto junto a un par de amigos de Itadori, los del club de ocultismo. ______, por su parte, nunca fue de tener muchos amigos. El único con quien siempre estaba era con el pelirrojo, pero más allá de eso, los pocos amigos que tuvo durante sus cortos 17 años iban desapareciendo de su vida, por razones inexistentes.
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[PAUSADA] 𝑨𝒕𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒕𝒊 ➳ 𝖗𝖞𝖔𝖒𝖊𝖓 𝖘𝖚𝖐𝖚𝖓𝖆 ;; 両面宿儺
أدب الهواة- Y aunque mueras y vivas miles de vidas, en todas ellas estarás atada a mí, no podrás escapar de ese sentimiento de ahogo cada vez que me quieras traicionar, ser miserable. -espetó él, Ryomen Sukuna, el rey de las maldiciones, sellando su pacto con...