𝐕𝐈𝐈.

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Quizá era sólo su imaginación, pero desde el intercambio de habitación con Jungwon, Jake había estado actuando un poco raro, torpe, distante. Y la única conclusión a la que podía llegar Sunoo es que Heeseung le había contado su secreto. Jake ya no le esperaba para ir a clases juntos e incluso estando en la misma habitación lo único que recibía eran intensas miradas.

- ¿Qué te pasa? ¿Te hice algo acaso? -Sunoo decidió interrumpir el silencio esa noche.

Ya no podía más con ese distanciamiento, así que se tomó ciertas atribuciones al decidir acercarse por su cuenta a Jake, sentándose en el borde de la cama ajena. El castaño le miró en silencio, apenas asomando sus ojos y nariz de debajo de las sábanas. No se atrevía a ver a Sunoo, se sentía culpable debido a los pensamientos inapropiados que circulaban por su cabeza desde la noche en que le vio con Jungwon.

Pero le estaba costando ignorar la presencia de su lindo compañero de habitación. Sin embargo, temía que sus impulsos le llevaran a atentar contra la integridad física del pelirrosa.

- Sólo me siento cansado últimamente. -confesó tras segundos de silencio.- Ya sabes, por los exámenes.

- Podríamos estudiar juntos si dejaras de ignorarme. -se quejó Sunoo.

Tenía razón, pero el pelicastaño no diría tal cosa.

- Lo siento, quiero estar solo.

Y con esas simples palabras Jake dio por terminada la conversación, incluso se atrevió a voltearse en la cama para así darle la espalda al pelirrosa. Eso fue suficiente para Sunoo, no insistiría más, lidiar con el desprecio de Jake era demasiado. Era su compañero de cuarto y gran amigo, qué se supone que haría si no le quería cerca, y ni siquiera le había dado una explicación.

- Bien, te dejaré solo si eso quieres. -anunció Sunoo.

Se levantó del lugar tras esas palabras para luego salir de la habitación, no le importaba ser visto en pijama o ser regañado por el guardia nocturno. Y debido a que no tenía un destino en mente, sólo caminó por el pasillo y se desvió escaleras abajo para salir al patio, probablemente terminaría en su escondite en medio de los árboles. Necesitaba aire fresco.

Sus pasos eran cuidadosos, temía resbalar por el rocío y humedad del pasto, así que se tardó un par de minutos en llegar a su destino. Se escabulló en medio de los frondosos arbustos hasta llegar detrás de los árboles, de ese modo podía apoyarse en uno.

Se sobresaltó al oír el sonido de pasos y ramas rompiéndose, su corazón se aceleró por el miedo y el pánico creció al ver una sombra acercándose a él.

- Miren a quién tenemos aquí. -dijo el desconocido, su voz sonaba un poco rasposa.- No creí que me encontraría al marica del internado en este lugar.

Frente a Sunoo apareció un chico de su estatura, bajo la luz de la luna pudo apreciar su cabello rubio y un rostro un tanto familiar, era un compañero de su clase, alguien con quien no había compartido mucho. Su nombre era Bangchan, quien tenía la reputación de ser alguien problemático y participante activo de las peleas en el patio.

No le agradaba ni un poco.

- No molestes. -murmuró el pelirrosa, no estaba de ánimos y no quería meterse en problemas tampoco.

Pero al parecer eso sólo motivó a Bangchan a continuar.

- No me hables así. -amenazó el rubio.- Dime, ¿qué haces aquí? ¿Te escondes en este sitio para hacer favores a otros chicos?

Las palabras del chico comenzaban a molestar a Sunoo, pero no tenía ninguna ventaja si decidía defenderse, además de no tener escapatoria. Bangchan era un chico atlético, él no, si optaba por huir corriendo seguramente le alcanzaría en segundos y sería golpeado.

童女ᅠ:⠀   𝗪𝗘 𝗡𝗘𝗘𝗗 𝗔 𝗚𝗜𝗥𝗟?   %    ( SUNOOHAREM )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora