Capítulo 7

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Desperté y ya estaba un poco cansada de no tener una rutina normal en mi día a día. Tal vez seguía un poco enfadada con Rowan pero nunca iba a admitir que el que tuviera novia era lo que me ponía de malas. Al menos seguía como adolescente que era más grato que tener treinta, sola, triste y sin mamá.

Me levanté fui a abrir mis cortinas, vi a Rowan sentado en el suelo tapado con el acolchado de su cama dormido con la cabeza en donde van los pies en su cama. Tenía su ventana abierta, me estuvo intentando hablar toda la noche pero seguía demasiado molesta.

Hice como si hubiese cerrado mi ventana solo para torturarlo de que se quedó dormido y perdió la oportunidad de hablarme. Lo vi despertar de golpe y al verme ponerse de pie torpemente enredándose con el acolchado. Me quedé viendo la escena intentando no reír.

—Maddie, por favor ... —escuché levemente a través del vidrio.

Solo lo vi seria y pegué media vuelta para ir a desayunar. Era fin de semana así que tenía dos hermosos días para mí antes de volver a la escuela. Además era la oportunidad perfecta para pasar tiempo con mamá.

Bajé a preparar café y mamá y papá bajaron dos minutos después de mí. Le di una taza de café a papá con un beso en la mejilla de buenos días.

—¿Y para mí? —preguntó mamá.

—Solo el beso. —se lo di —Tú y yo nos iremos a tu cita con el médico y luego iremos a desayunar. —papá estaba por decir algo —No, no puedes ver ir con nosotras. Es día de chicas. Tú tendrás la casa para ti solo hoy, podrás ver lo que quieras en la tele. —le mostré el control remoto con una sonrisa complice.

Él no se negó a esa idea ya que mamá y yo siempre le quitábamos el poder de decisión porqué casi siempre éramos dos contra uno.

Subimos y me fui a vestir, Rowan no se encontraba en su habitación así que aproveché a vestirme y tomar unas cosas sin tener que lidiar con él.

La acompañé a su cita médica y al salir ella yo le hice mil preguntas:

—¿Qué te dijo? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

—Estoy bien, tranquila. Tendré los resultados en una semana. —pasó su brazo por mis hombros para abrazarme —Vamos a desayunar, muero de hambre.

...

Nos sentamos en el "Café de Dona", era de una amiga de mamá. Era un pequeño bar en una esquina cerca del centro, se podía ver la plaza central desde el enorme ventanal.

Todo era de madera antigua, muebles, el relieve de las paredes y el piso. La vajilla no se quedaba atrás en lo antiguo, aunque era bellísima.

Nos sentamos junto a la ventana que era el mejor lugar. Dona en persona nos estaba atendiendo cuando Lo apareció.

—Ya llegué. —dijo vagamente yéndose a la cocina.

—¿Lo?

—¿Maddie?

—¿Conoces a mi sobrino?

—¿Sobrino? —abrí los ojos ampliamente.

—¿Qué haces aquí? —preguntó mientras se acercaba.

—Vine a desayunar con mamá. —la señalé con la mirada.

—Un placer, Lorenzo.

—Emma. —ella se presentó con una sonrisa —¿Ustedes ... ? —preguntó con una ceja arqueada.

—¡Ay no mamá!

—Por dios señora, su hija es bellísima pero no voy a esos gustos.

—Mamá, Lo es mi amigo. Y es gay, para que no entres con tus ideas. —vi de nuevo a Lo —¿Qué haces aquí?

Deseando una vida del sueño (+18🔥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora