Deseando una vida del sueño (+18🔥)

Capítulo 19 Primera cita

Volví a casa, y con novio. Mis padres no sabían nada acerca de que Rowan y yo ya estábamos juntos. Tampoco pensaba en decírselos por ahora ya que se volverían muy pesados al respecto, papá sobreprotector y mamá ... bueno mamá se pondría a chillar del emoción. Era mi primer novio formal, quitando al error que fue Patrick claro está.

Desperté en mi cama, de un salto salí de ella. Fui a mi ventana, corrí las cortinas y la ventana para salir por ella, sin ver delante de mí. Escuché una garganta carraspear, levanté la vista para ver frente a mí a un guapo vecino queriendo hacer lo mismo que yo.

—Angel, uno de los dos tendrá que ceder o los dos caeremos al cercado. Y no va a ser bonito. —sonrió.

—Entonces muévete. —dije desafiante.

—Pero yo llegué primero. —no parecía querer moverse.

—Pero soy más ágil.

—Bueno. —se rindió y bajó del marco de su ventana —Si eres tan ágil hazlo sola. —vio que dudaba —¿Qué? Hace dos segundos ibas a hacerlo sin mi ayuda.

«Buen punto»

Salté de mi ventana a la suya, él no se esperaba eso así que por instinto se acercó a tomar mi mano o cualquier parte para no dejarme caer. Por el impulso y que se acercara ambos chocamos con el otro.

—Hola. —sonreí cerca de él.

—Buenos días.

Me tomó de un lado del cuello, dejando la curvatura entre su pulgar y el indice debajo de mi oreja. Acercó su rostro al mío con una sonrisa hasta tocar mis labios con los suyos.

—¿Cómo dormiste? —seguía sosteniendo mi rostro cerca del suyo —¿Has viajado?

—No, y no creo hacerlo en un tiempo. Aún no quiero volver y creo que puedo controlarlo.

—¿Segura?

—Sí, solo debo mentalizarme en querer quedarme aquí. No sé cuanto dure pero lo intentaré.

—Aprovecharé cada minuto. —me volvió a besar.

—Aunque sea riquísimo el besarnos tan románticamente, no vine por eso. Necesito que me ayudes a curar el tatuaje. No recuerdo una sola palabra de lo que nos dijo.

—Solo lo dice como excusa porque tienes aliento a me acabo de levantar.

—¡No es cierto! —me tapé la boca.

—Sí, si lo es. —tenía una sonrisa de oreja a oreja.

Le pegué sin fuerza en el brazo haciéndolo reír aún más. Nos metimos en su baño, se puso a buscar algo entre sus cajones. Sacó una caja de cepillos de dientes sin abrir y me dio uno a elegir, tomé el violeta.

—Aunque mi boca ya estuvo en la tuya aprecio mi higiene bucal.

—Digo lo mismo. —chocamos los mangos de los cepillos.

Nos cepillamos los dientes, Rowan me hacía caras a través del espejo; desalineado, en pijama, con espuma en la boca. Era adorable. Luego de terminar de quitarnos el aliento matutino él me sentó en el lavamanos.

—No Rowan, lo voy a romper.

—Por favor, pesas menos que el gato. Eso sí, quieta.

Buscó lo que necesitaba para curar los tatuajes y me vio unas vez hecho eso. Moví el cuello de mi remera así él podía curarlo.

—¿Ahora se te da por no quitarte la remera?

—Es que no traigo brassier.

—Como si no te hubiese visto desnuda. —dijo divertido con una ceja levantada.