Capitulo 3

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Desperté nuevamente en mi cuarto, lo primero que hice fue verificarlo apoyando mis manos en mis firmes senos.

—¡Sí! —festejé al saber que logré volver.

Me levanté y fui a mi ventana para cerrarla así Rowan no me viese. Lo vi en su habitación, él me vio y lo saludé con una sonrisa, a diferencia de él que puso una mirada de mala gana mientras cerraba las cortinas de su ventana.

«¿Está enojado?»

«Entonces no volví al día de ayer»

Eso significaba que todo lo que había hecho para que mi horrible futuro suceda aún estaban pasando, debía arreglarlo.

Me cambié con el uniforme y bajé a desayunar. Mamá estaba leyendo el diario, con una taza de café y a punto de comerse una dona, se la arrebaté.

—Debes comer más sano. —vio cómo me la metí en la boca —Lo hago por ti. —dije con la boca llena y me vio con odio.

Papá bajó a desayunar y lo abracé, me despedí de ambos y me fui a la escuela esperando poder alcanzar a Rowan para arreglar las cosas.

¿Por qué me interesaba tanto arreglarme con él si apenas habíamos hablado durante mi adolescencia? Tal vez por la increíble noche que habíamos pasado en nuestras formas como adultos, o porque en verdad sentía mi infantil comportamiento con respecto a Kat y el beso.

—¡Rowan! —corrí tras de él para alcanzarlo —¡Rowan! —me escuchó pero se hizo el sordo. Lo alcancé e hice que parara —Uno: Vete al carajo. —dije recuperando el aire por hacerme correr —Dos: ¿Podemos hablar?

—La verdad no me apetece.

Caminó recto quitándome de su camino y siguió hacia la escuela. Lo seguí en silencio con la cabeza baja.

Al entrar nos fuimos cada uno por su lado, aunque nos habláramos fuera de la escuela en ella no podíamos. El ser capitana de porristas me daba algo de poder social pero no tanto como para seguirlo hasta donde estaban sus amigos.

Fui a mi salón y todos comenzaron a interrogarme sobre Rowan y el beso de ayer, otra vez.

«Solo fue un maldito beso»

Kat entró y me vio desde la puerta, siempre nos hemos sentado juntas pero ella no hizo mucho y se sentó en el primer asiento lo más alejada de mí. Me iba a levantar a disculparme pero la profesora entró haciéndomelo imposible. La buscaría en el almuerzo así no nos interrumpirían.

Rowan Michaels

Salí de la casa y la molesta chica de al lado me seguía como un cachorrito. Ella quería hablar sobre la discusión que tuvimos ayer pero no me agradaba la idea de estar de malas desde temprano así que la ignoré y seguí mi camino con ella detrás de mí ya que ambos íbamos a la misma dirección.

Al llegar vi a mis amigos así que los usé como excusa para deshacerme de ella, era valiente pero no tanto como para plantarse frente a chicos mayores que ella.

—¿Te sigue persiguiendo? —preguntó Pamela en tono divertido.

—Dios sí, es molesta. —puse los ojos en blanco. Vi a Kat en el pasillo —Denme un minuto. —fui a donde ella estaba, se sorprendió porque me acercara —Hola.

—Hola. —me sonrió timida.

—Perdona por lo de ayer, Maddie se comportó como una perra.

—Y ni siquiera sé porqué lo hizo. —cerró su casillero —Si sabes que actuó como una maldita, sabes por qué. —se puso ligeramente roja.

Deseando una vida del sueño (+18🔥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora