Celia Valduciel era una chica romántica, fanática de las pelis y libros romanticos. El destino la llevo a encontrarse con Esteban Kukuriczka que estaba dispuesto a darle su propia historia de amor.
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El lugar donde se quedarían era bastante cómodo. La habitacion era bastante grande y hogareña, casi le recordaba a su casa. Constaba de un baño completo, una cama matrimonial, armario y una pequeña sala con pantalla.
Donde ella se quedaba estaba entre las habitaciones de Enzo y Felipe, justo frente a la de ella estaba la habitación de Esteban.
A Celia le sorprendía lo rápido que el tiempo estaba pasando, ya llevaban dos semanas ensayando y preparándose para cuando iniciarán las grabaciones lo hicieran estupendo. Apenas habían tenido tiempo de relajarse pues su rutina consistía en pasar casi todo el día en ensayos, por la tarde ir a entrenar y en la noche llegar exhaustos a dormir.
Por lo general, en las comidas solía sentarse junto a Esteban y Fran, algunos días con Juani y Blas. Pero ese día decidió acercarse a Enzo quien estaba solo en una de las mesas, este al verla sentarse frente a él fruncio un poco el ceño, pero eso no aparto que la saludara con una sonrisa amable.
— ¿Cómo está mi hermanito?— preguntó con un tono divertido.
— Bastante cansado la verdad— respondió con una sonrisa
— ¿No te sientes nervioso por interpretar a Numa?— cuestiono con curiosidad mientras comía de su plato.
— Siento que en cualquier momento me van a echar— admitió y Celia soltó una carcajada, pero al ver que Enzo se mantenía serio supo que no se trataba de una broma.
— Espero que no lo digas en serio— amenazó acomodándose en su silla— Te he visto en los ensayos, haces un trabajo increíble y te apuesto a que Bayona se da cuenta de eso, lo harás genial— lo animo con una cálida sonrisa.
— Gracias, eso espero— sonrió con timidez— Tú igual estas haciendo un trabajo genial, la vez pasada de verdad parecía que te morías de dolor.
— ¿De verdad?— exclamó con ilusión, a lo que Enzo asintió— Genial, porque el bruto de Juan me había pisado los dedos de la mano y casi me hace llorar.
Entonces ambos se soltaron a reír.
— ¿Sabías que vamos a conocer a los sobrevivientes?— Enzo preguntó para seguir con la conversación.
— Si, bueno había escuchado a Tebi y Fran decir algo sobre eso— habló mientras meneaba su comida de un lado a otro.
— ¿Los conoces de hace tiempo?
— Los conocí en la primera lectura del guion y de ahí no me soltaron más— fingió dramatismo haciendo reír al otro— ¿No crees que será difícil para ti conocer a los sobrevivientes? — pregunto— Es que, aún me es imposible creer que alguien real pasó por algo tan horrible y generalmente no conoces a la persona a quien vas a interpretar y vamos a darle vida a personas reales.
