Celia Valduciel era una chica romántica, fanática de las pelis y libros romanticos. El destino la llevo a encontrarse con Esteban Kukuriczka que estaba dispuesto a darle su propia historia de amor.
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wish you were sober Conan Gray
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Las películas románticas y los libros habían elevado los estándares de Celia, desde siempre había querido tener un romance tan lindo como los había visto en películas desde temprana edad, eso la llevo a ser una chica enamoradiza y romántica que no estaba dispuesta a lo ordinario y rutinario.
Lamentablemente la vida la llevó a cruzarse con personas que no amaban con la misma intensidad que ella o que tenían muchas cosas por sanar y terminaban lastimándola. Ella siempre fue la chica que les enseñaba a como amar a la persona indicada, pero nunca fue la indicada. Pero no importaba por cuantas cosas pasara, cuantos corazones rotos o rupturas viviera, ella siempre iba a tener ganas de enamorarse de nuevo.
Lo que sentía por Esteban se volvía cada vez más intenso y aunque se esmeró en ignorarlo, no lo había logrado, esos sentimientos crecían con cada sonrisa que le dedicaba, con cada momento que estaban juntos. Estaba decidida a decirle a Esteban sus sentimientos, pero quería que fuera de una manera bonita, quizá era infantil, pero quería que ambos tuvieran un recuerdo lindo del primer paso. Así que ella decidió decírselo en año nuevo, que ya estaba bastante cerca.
Ninguno había hablado explícitamente del momento lleno de tensión que habían tenido antes en Navidad. Aunque el contacto físico aumento de manera gradual, comenzaron los roces de hombro, a veces sus pies se tocaban debajo de la mesa causándoles unas bobas sonrisas, más abrazos se hacían presentes y de vez en cuando se tomaban de la mano.
En el lugar todos estaban acelerados, se arreglaban, decoraban, preparaban la cena. Era un mar de gente yendo de un lado a otro. Celia había terminado de hacer lo que se ofreció a llevar para su pequeña fiesta así que se encontraba terminándose de arreglar. Esa vez decidió vestirse un poco más casual pues solo se reunirían en el pequeño salón que había en el hotel para festejar.
Terminó de aplicar su perfume y poner brillo labial así que salió de su habitación, en se momento Esteban se encontraba también saliendo al pasillo.
Quedaron frente a frente mirándose con una sonrisa.
— Hola— Saludaron a la vez con una boba sonrisa— Te ves bien— hablaron de nuevo al mismo tiempo lo que hizo que ambos rieran.
— ¿Lista para el año nuevo? —le ofreció su brazo con total caballerosidad.
— Lista para pasarlo con las mejores personas— acepto el brazo y juntos caminaron hacia el salón.
Al interior ya se escuchaban las risas de los chicos, la música y algunos cantos. Tocaron y los recibió un Matías inyectado de alegría que los recibió con un abrazo y los invitó a pasar. Al ser un lugar pequeño, todos estaban un tanto apretados así que Celia estiró su mano para tomar la de Esteban y poder caminar entre la multitud donde algunos de los chicos ya estaban borrachos, entre ellos Fran quien se acercó a tropezones con ellos y abrazándolos les expreso lo mucho que los quería. Ambos compartiéndose una mirada burlándose del chico que los abrazaba, pero finalmente devolvieron el gesto.
