Pato y Natalia fueron algo más que amigos de la infancia, hasta que el destino los separo, pero que pasaría si se volvieran a encontrar y ésos sentimientos qué alguna vez sintieron el uno por el otro volvieran a aparecer ¿los ignoraran o dejaran qué...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~○~☆~○☆~○~☆~○☆~○☆~○~☆~○☆~○☆~○~
Iba despertando de la siesta que me había tomado, me sentía cansada y eso que no había hecho nada. Tenía miedo de voltear y ver que Pato no estaba ahí, pero cuando me di cuenta que estaba acostada sobre su hombro senti que volvía a respirar.
-La bella durmiente despertó.-dijo mientras apagaba su celular.
-Esto de viajar es cansado ¿acaso tu no estas cansado?.-me quite de su hombro para poder verlo mejor.
-Ya estoy acostumbrado a eso.
-Cierto se me olvidaba que estoy hablando con un piloto.
-No lo digas así, no soy muy importante.
-Si bueno eso dícelo a tus fans.
-Mejor dime ¿sigues viendo la formula 1?
-Esa pregunta me ofende.-puse mi mano dónde se encontraba mi corazón.
-¿Quiénes son tus favoritos?.
-Amo a Checo pero mi corazón le pertenece a Ferrari.-por su cara vi que mi respuesta no le gusto mucho.
-O sea que me cambiarías por Charles y Carlos.
-No como crees.-sonrei.
-Mentirosa
-Es la verdad.
El entre cerro los ojos viéndome directamente, por lo que yo le tire beso haciendo que pusiera nervioso.
Después de eso platicamos sobre varías cosas relacionadas a las carreras, el trayecto a Monterrey fue algo largo tuvimos que hacer escala, yo odio hacer escalas.
Al salir del aeropuerto tuvimos que tomar un taxi, eran más de las 6 de la tarde y el trayecto del aeropuerto a mi casa era de veinte minutos, le estuve marcando a Xime y a Jorge para ver si estaban con Samy ya que no me contestaba pero ninguno de los dos me contesto ¿para qué tienen un maldito celular sino van a contestar?.
-Tranquila a lo mejor no tienen su teléfono cerca, cuando alguno de los dos lo agarre van a ver tus llamadas.-Pato intentaba tranquilizarme desde hace rato pero el hecho de que nadie me decía nada me estresaba.
-Ximena no suelta su teléfono para nada y de Jorge ni se diga, son unos adictos a la tecnología.
-Si fuera algo más grave yo creo que hasta la mamá de Sam te hubiera llamado.-dijo tranquilamente mientras agarraba mi mano.
-Eso es cierto ¿pero porque me llamo llorando entonces?, o es algo que no le quiere contar a su madre.
