Capitulo 2: My Body Is Burning For You

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Luego de varios minutos escuchando atentamente, Sara le pide una pausa a Elizabeth para que descansara un poco mientras ella tomaba apuntes. Noto que la leoparda se había puesto bastante tensa narrando lo que había vivido, por lo que le recomendó detenerse un momento a respirar.

Mendoza accedió tomando asiento en la camilla y bebiendo un poco de té que la secretaría de la psicóloga les brindó. Luego del primer sorbo un pesado y extenso suspiro salió de sus labios, al parecer tales recuerdos aún eran bastante pesados para ella, por lo que tomarse un respiro era lo mejor en el momento.

Sara aprovechó la situación y comenzó a platicar con su paciente por varios minutos, hablaron un poco de modas y gustos personales, intentaba distraer un poco a la embarazada para disminuir su tensión y que se relajará. Al ver que su táctica funciona aprovecha que Elizabeth está más calmada le pregunta si podría seguir relatando su historia a lo cual accede.

Continuación:

Luego del segundo aniversario fallido, inesperadamente mi esposo me había pedido que le acompañara en una cena familiar, su padre había sobrevivido a una cirugía del corazón y la familia quería celebrar, por un momento pensé que volveríamos a estar juntos, pero no era el caso.

Recuerdo vestirme muy elegante aquella noche, deduje que si compartía un momento agradable con Andrés volvería a tener interés en mí, pero mientras la noche transcurrió era notorio que este no era su plan. Realmente no me llevó para pasar una agradable cena en familia, en realidad se podría decir que me llevó para mostrarme como un "trofeo" ante su familia ya que desde que llegamos solo se la paso luciendo a su hermosa "esposa" y todo el dinero que había ganado.

En la cena logré hablar con algunas de sus primas y me comentaron que antes Andrés era un inadaptado social, que solo se la pasaba jugando videojuegos, viendo animes y que el poco dinero que ganaba se lo gastaba en comida chatarra y figuras de chicas anime, aquí entendí por qué su gusto por el cosplay.

Realmente no conocía mucho del pasado de mi esposo, pero no era por desinterés mío, simplemente cada que preguntaba siempre me respondió que su vida fue bastante tranquila y normal, nunca mencionó nada destacable por lo que asimile que era alguien común que un día tuvo suerte y se hizo millonario, pero sus primas me comentaron todo lo contrario.

Además no podía evitar el sentirme algo incómoda ante la situación puesto que Andrés no paraba de alardear y alardear de sus logros, se podía percibir que sus familiares también estaban avergonzados al respecto, pero se tragaban su orgullo ya que mi esposo había pagado la cirugía para salvar a su padre y costeado todos los gastos médicos, para ellos esto solo era un pequeño precio a pagar por mantener vivo al patriarca de la familia.

Aunque les lanzó mierda a todos en el lugar, el más afectado fue Mathew, el hermano mayor de Andrés. Mi cuñado era 3 años mayor que nosotros por lo que ya tendría 29 años en ese momento, era un lobo de pelaje negro como su padre, media al menos 2 metros, era muy guapo y alguien sumamente tranquilo ya que siempre se mantuvo en silencio. Al parecer estudió en la facultad de agronomía en la universidad ya que deseaba ser jardinero, tenía un gran amor por las plantas, algo que pude presenciar cuando visite a la familia por primera vez, puesto que aun siendo una familia bastante humilde tenían uno de los jardines más impresionantes y hermosos que jamás había visto.

Ya que yo venía de una crianza en el campo, rodeada de animales, cultivos y bastante vegetación, mi corazón retumbó ante tal magnífico trabajo, Mathew tenía manos milagrosas y un ojo milimétrico a la hora de decorar, era obvio que sabía lo que hacía. Por desgracia, aunque fue el mejor en su grupo de estudios y se graduó con notas perfectas, al final la vida no le había tratado muy bien.

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