Capitulo 1: Memoirs Of A Forgotten Love

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Sra. Sara, Una hermosa venada de 50 años revisaba unos documentos inmersa en sus pensamientos en el silencio de su consultorio cuando inesperadamente su asistente interrumpe tocando la puerta.

Le comentaba que había llegado una nueva paciente que había agendado una cita para el día de hoy. La psicóloga comenzó a guardar los documentos mientras daba su aprobación para que le dejara pasar al consultorio.

Al lugar se presentó Elizabeth Mendoza, una hermosa leoparda de las nieves de 38 años la cual saludo cortés a la mayor quien le recibió con un cálido y amigable apretón de manos para luego indicarle que tomara asiento para empezar a platicar.

—Señora Elizabeth, es un gusto conocerle ¿Cómo esta?—

Preguntó Sara amablemente mientras ambas tomaban asiento.

Elizabeth sonrió al ver la amabilidad de la psicóloga por lo que tomó asiento con cuidado debido a que mostraba un vientre bastante crecido, demostrando que ya tenía varios meses de embarazo.

—Me encuentro bien Sr. Sara y el gusto es mío—

Respondió la leoparda mientras le dedicaba una dulce sonrisa.

—Es muy bueno saberlo y aun más viendo su estado, pero cuénteme ¿Para que vino?, ¿En qué podemos ayudarle el día de hoy?—

Le pregunta Sara mientras apoya su espalda en el sofá y se cruza de brazos.

Elizabeth suspira un poco mostrando algo de pesar cambiando un poco el ambiente, demostrando que se veía bastante preocupada.

—A decir verdad... En mi a despertado una inquietud los últimos meses con respecto a mi matrimonio, hasta ahora no había obtenido una respuesta y preguntándole a unas amigas y ex compañeras de trabajo me recomendaron venir con usted para ver si me puede ayudar a obtener una respuesta—

Al escuchar la queja de la más joven, Sara rápidamente extendió su mano tomando una libreta de apuntes y un bolígrafo, se acomodó los lentes y empezó a tomar apuntes.

—¿Inquietud sobre su matrimonio?—

Pregunta para luego detener la escritura y dedicarle una mirada atenta a la contraria.

Mendoza afirma moviendo la cabeza mientras junta sus manos con un gesto de preocupación mientras baja un poco la mirada.

—Hasta cierto punto... E llegado a pensar que tal vez es una falsa...—

Ante tal respuesta la peli blanco realiza algunos apuntes más en silencio para nuevamente fijar su mirada en Elizabeth

—¿Una falsa?, ¿Sucedió algo? Que le hizo llegar a esa posibilidad. ¿Infidelidad por parte de su esposo?, ¿Matrimonio muy reciente?, ¿Atracción por otros machos?, ¿Poca pasión en la intimidad?—

Antes las preguntas la leoparda levanta la mirada y negó con la mano.

—No, no. Tenemos 12 años de casados, los mejores años de mi vida, jamás ha habido infidelidad de ninguna de las dos partes, mi esposo siempre a demostrado ser alguien transparente y solo sale si es con amigos, desde que estoy con el jamás e tenido interés en ver a otros machos y con respecto a la intimidad...—

Sara observa como Mendoza realiza una pequeña pausa a la vez que en su cara aparece un suave sonrojo bastante apenada.

—Tengo que aceptar que desde que nos conocimos hace 13 años jamás a bajado el ritmo, tenemos 5 hijos barones y hace poco nos enteramos de que el bebé que espero es una niña, por lo que últimamente a aumentado su lívido, cada que tenemos un momento a solas se me sube encima, incluso cuando llega del trabajo siempre hace que los niños salgan a jugar al jardín para empotrarse contra la pared, debo aceptar que está muy insaciable al enterarse de que vamos a tener a nuestra primera hija—

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