15 de Noviembre
Me encontraba en la cocina preparando un chocolate caliente mientras observaba por la ventana como había una gran nevada afuera. Hace unos días en las noticias se pronosticó que vendría una gran tormenta de nieve que estaría presente en toda la ciudad por varios días, aconsejaron realizar compras de emergencias y asegurar bien las casas ya que estábamos en alerta roja.
El día anterior realizamos todas las compras pertinentes, también protegimos el jardín y Mathew aseguró cualquier puerta o ventana de la casa, se avisaron varios metros de nieve, por lo que podría ser peligroso no estar preparados. Incluso mi cuñado terminó comprando un generador y algunas garrafas de combustible por si las cosas se salían de control, diría que se toma muy en serio mi seguridad.
La nevada empezó a media noche y desde entonces nos habíamos encerrado en casa como aconsejaron las autoridades, en este punto solo los servicios de emergencia funcionaban por lo que toda la ciudad estaba encerrada.
Una vez que el chocolate estaba listo subí las escaleras y entré a nuestro cuarto, Mathew aún estaba acostado en cama viendo las noticias. Me acerqué despacio cerrando la puerta y me subí a la cama brindándole una taza caliente a lo cual aceptó y me agradeció con un beso en los labios.
Ya sentada a su lado me apoye en su hombro y le acompañe mirando las noticias.
—¿Han dicho algo interesante en la tele? —
Le pregunté mientras bebía chocolate.
—La verdad es que no, por ahora dicen que no ha habido incidentes, pero avisan que hay más nieve de la que esperaban, si en algún momento se detiene aconsejan salir a mover la nieve, de lo contrario muchas casas pueden terminar sepultadas y los servicios de rescate se verán saturados—
Me respondió tranquilo mientras bebía chocolate, se le notaba tranquilo, pero era obvio que estaba preocupado. Había pasado poco más de un mes desde la primera vez que Mathew y yo tuvimos sexo y desde entonces me trata como si yo fuera su hembra, me consiente, me mima y me protege como si estuviéramos casados, por lo que esta situación le mantenía en alerta.
Este comportamiento me cautivaba mucho, me sentía como esa princesa joven que era protegida por el príncipe azul, el ponerse en peligro para proteger al amor de su vida.
—Tranquilo, tranquilo, no pasará nada, estaremos bien—
Le comenté mientras dejaba mi taza sobre la mesita de noche al lado de la cama y me sentaba sobre la pelvis de Mathew para besarle los labios. Él correspondió mientras dejaba su taza al lado de la mía y me abrazaba acariciando mis caderas.
Después de aquella noche en la fiesta comenzamos a tener sexo, pero de forma muy controlada, al inicio era solo una vez a la semana, luego dos veces, luego interesaría, una vez al día hasta que llegamos a la actualidad, donde tenemos sexo al menos dos veces al día. Actualmente nuestra única regla era que debemos usar condón o no podíamos tener sexo.
—Elizabeth...—
Me susurro mientras empezaba a desnudarme quitándome la ropa poco a poco a lo cual no opuse mucha resistencia, la verdad era algo común para mí que lo hiciera, aun así, me gustaba sentirme un poco dominada por él, por eso siempre accedía a sus acciones repentinas, donde solía tocarme o incluso comenzar a querer follarme como ahora.
—Mathew, pero ya lo hicimos esta mañana—
Respondí mientras sentía como su erección crecía debajo de mi trasero y el cómo me despojo de mi ropa, tomaba mis caderas y me sentaba encima suyo, no podía hacer nada ya que él lo hacía con más fuerza que la que yo tenía, tomó uno de mis pechos y lo apretó un poco para después irse contra mi trasero el cual amasaba como un gatito jugando, poco a poco podía sentir como su pene, crecía entre mis nalgas hasta el punto en donde podía sentir como este palpitaba.
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Flowers Of Love
RomanceLa historia se centra en como Sra. Sara, una reconocida Psicóloga a nivel nacional escucha los relatos de Elizabeth Mendoza, una madre de familia que esta comenzando a dudar de la legitimidad de su matrimonio luego de de enterarse de que su unión ma...