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Una historia de Frieren.

No lo podía creer.

En ese preciso momento, mientras Enzel contemplaba detenidamente el apacible escenario teñido de verdes matices, le resultaba difícil asimilar lo que acababa de experimentar.

A pesar de esforzarse por encontrar una razón para el fenómeno que lo condujo a ese paisaje peculiar, no lograba hallar una explicación que pudiera convencerlo mínimamente.

Su inesperada aparición en las profundidades de un exuberante bosque, repleto de flora y fauna desconocidas para él, había sido causada por un evento que escapaba completamente a la comprensión humana.

Durante unos breves instantes, el silenció reinó desde la comisura de sus labios mientras se acercaba a un pequeño río cercano, cuyas aguas fluían en tranquilidad y reflejaban su imagen de forma etérea.

El gesto que adornaba su rostro revelaba la incertidumbre provocada por el incidente, destacándose aún más gracias a sus brillantes ojos carmesí, cuya mirada parecía sumergirse bajo la gélida corriente que tanto contemplaba.

La tez de su cuerpo emanaba calidez, y su cabello, tan oscuro como la noche, ondeaba al compás de la suave brisa que lo acariciaba, revelando algunos mechones rojizos. Ataviado con un conjunto deportivo que incluía una sudadera de tono rosado pastel, un pantalón negro y zapatos blancos, lucía una apariencia sumamente agradable.

Los segundos se convirtieron en minutos; y el tiempo que continuó dedicando a cuestionarse solo lo sumió en mayor confusión que al principio, cuando despertó abruptamente entre las raíces de un imponente árbol que le ofrecía cobijo.

Envuelto en la incertidumbre de cómo debía sentirse o qué acciones emprender, Enzel carecía de la oportunidad para lamentarse por lo que bien podría considerar un infortunio. Además, recién recobrando la conciencia, percibía una extraña fuente de poder que se dispersaba en todas direcciónes, aunque distante en su alcance.

Esto aumentaba la cantidad de interrogantes en su ya amplio conjunto de dudas, dejándolo con una curiosidad creciente acerca de esa enigmática fuerza que podía percibir.

Observó a su alrededor, siendo testigo de cómo la vida continuaba desplegándose en el orden natural de la cosas. Y exhaló un suspiro breve para luego emprender una caminata silenciosa, atravesando esas grandes plantas arbóreas que le proporcionaban sombra.

Las vivencias de los recientes minutos en la vida de Enzel eran incomparables con cualquier experiencia previa. Resultaba irreal. Aunque su expresión pudiera ocultar rarezas, en ese momento, su simple existencia se erigía como la máxima singularidad de todas.

Alzó la mirada hacia el cielo azul, contemplando el majestuoso desfile de nubes, cuestionándose qué destino le había deparado el azar universal al despertar en tierras que no parecían ser tan distintas de aquellas que consideraba su hogar.

Siendo plenamente consciente de la dificultad que implicaba hallar respuestas, Enzel se negaba a rendirse, decidido a tomar medidas para desentrañar la verdad sobre su origen. Anhelaba encontrar, en ese enigma, al menos una razón comprensible que pudiera abrazar.

Y así, avanzando con paso firme sobre las inamovibles piedras de un suelo fértil, las hermosas flores danzando al ritmo del viento y bajo la eterna mirada de la vida en sus diversas expresiones, llegaba a su fin el efímero preludio de una aventura. Sin tener la más mínima idea de lo que le depararía, el joven aventurero estaba a punto de sumergirse en un torbellino de sorpresas que cambiarían su vida para siempre.




Hola!
Tenía ganas de escribir algo de Frieren y terminé haciendo esto.
La historia la iré escribiendo con capítulos cortos porque así la encuentro más llevadera.
No pienso hacer nada super profundo, solo algo para pasar el rato.
Dicho esto, espero que le den una oportunidad.
Ciao!

"𝐕𝐈𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐕𝐈𝐍𝐎" ;; Sōsō no FrierenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora