DIE BAR - Juan Caruso.

❄️

No estaba nerviosa, al contrario, si no la aceptaban podría ser mejor para ella, aunque no le importaría más dinero para poder pagar su primera casa con piscina para tirarse desde el techo.

(charly garcia referencia)

Poder invitar a su familia, y que su hermana mejore de su enfermedad.

Juliet.

Juliet es mi hermana mayor por cinco años, la cuál había sido diagnosticada con leucemia.
Por eso cuando nací intenté no llamar la atención ni decir lo que me pasaba solo para no robarsela a ella.
Crecí para ayudarla, con gusto lo hice, por eso me esfuerzo cada día para ayudarla igual.

Papá tiene una mirada destrozada al no poder expresar palabras de consuelo, pero siempre sigue de pie. Al igual que mi madre.

Siempre me enfoqué en ser optimista, y ahora se cumplen 22 años desde que sigue de pie y luchando con su enfermedad.

Yo sé que es raro ser como soy, pero se lo prometí a ella, y así será. Todavía no estoy preparada en dejarla ir. Aunque si estoy preparada por si tengo que dar mi vida por ella.

Dejó sus estudios, su vida amorosa, todo, solo por una enfermedad de mierda.

🍧

Suspiró, mientras Juani llamaba a su director.

—Bueno Gior, el es Juan, Juan ella es Gior, es de Italia. — presentó, haciendo que estos dos estrechen sus manos.

—Un gusto Gior, por fin te conozco. ¿Te parece hacer una prueba primero que todo? — la chica asiente con una sonrisa de oreja a oreja.

La muchacha tenía traumas con la plancha, cómo cuando su hermana le quemó la oreja. Tenía miedo de hacerle mal a Juani, entonces empezó con su procedimiento antes de planchado para que no se le queme y pasar lentamente la plancha caliente.

Lo pasaba confiada de su trabajo, con una sonrisa que Juan podía admirar desde el espejo, aunque ella esté perdida en sus pensamientos, él solo deseaba que le diera una mirada, aunque sea de reojo o una mirada fugaz.

Acomodó su pelo tal cuál estaba en las fotos que tenía su director en la mano, él observaba su confiado y seguro trabajo, hasta el último mechón de cabello.

El director observó lentamente y da una ligera sonrisa.

—Muy buen trabajo, ha quedado tal cuál ha sido pedido. —

La chica sonríe y le saca la lengua por el espejo a Juan, el cual le saca el dedo del medio.

—Che Juan, ¿me puedo cambiar de peluquera porfa? —

—Nadie dijo que ya estaba contratada. — ambos dejaron de sonreír. — Aunque ahora ya está dicho y hecho.

Volvieron a sonreír de oreja a oreja, Juan por dentro gritaba emocionado y la muchacha reía.

Especificó sus horarios y después se le serían otorgados los demás. Ya que hoy es su último día en el bar, comenzó este mismo día a trabajar, que locura, no?

En fin, le dieron algunas pautas y ahora le tocaba al rizado ser acompañado por Giorgia durante el rodaje, por si algo salía mal, ¿pero qué saldría mal? Quién sabe.

Le muchacha se paró al lado de una muchacha con flequillo cortito y muy bonita a sus ojos.

—Holaa. — saludó la contraria, la chica quedó embelesada por lo linda que era.

—Holaaaa. — correspondió el saludo.

—¿Vos sos la nueva peluquera? — cuestiona.

—Sí, soy Giorgiana Eleonora Di Angelis, un gusto. — ofreció su mano para estrecharla, lo cual amablemente la contraria aceptó con una sonrisa.