Secuelas del Trauma

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Hola! volví de mis pequeñas vacaciones. Quiero agradecer sus lecturas, votos y comentarios, me alegra bastante, muchísimas gracias. 

Haré la advertencia de que en este capítulo menciona temas y escenas delicadas e incómodas, nada es explícito, pero lean con precaución. 

El xiao es la especie de flauta que tiene XiChen.

Por si tienen dudas, la diferencia de edad entre  XiChen y WangJi  es de cuatro años.

Eso es todo!

Perdonen todos mis errores

Disfruten de su lectura!

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XiChen salió de su despecho animado, había logrado ponerse al día con todas sus responsabilidades, respiró el aire puro del anochecer caminando por los pasillos tranquilamente. No había visto a su hermano en todo el día, lo que le llamó la atención, por general siempre iba a su despacho a decirle que dejara de trabajar tanto. Esbozó una sonrisa, pensando en lo tierno que era su Didi.

—¡Zewu-Jun! —Wei WuXian se arrodilló frente a él muy agitado.

—Joven maestro Wei, ¿Qué pasa? —Frunció el ceño preocupado por el estado del muchacho.

—Lan Zhan... Ha desaparecido...

XiChen no supo en qué momento le habían atravesado una espada en el estómago, sin embargo, no había sangre ni ninguna espada, sólo las palabras de WuXian que lo desestabilizaron al punto de casi perder el equilibrio, ¿WangJi desaparecido? Conocía muy bien a su hermano, él no haría algo así, WangJi era muy apegado a la secta, así que no pudo simplemente haberse ido.

—¿Puede explicarme mejor? —Preguntó con su amabilidad ocultando su angustia creciente. WuXian le explicó que lo había acompañado al pueblo con la intención de comprarle un regalo, pero que se separaron accidentalmente al ser empujados entre la gente.

XiChen llamó a un grupo de discípulos y ordenó inmediatamente la búsqueda de su hermano, él también salió a buscarlo, dejando a su tío a cargo por si alguien lo encontrase antes.

—¿Qué haces? —Preguntó Jiang WanYin al chico de orbes grises que se dirigía a la salida de los Recesos de las Nubes.

—¿Qué más? Buscar a Lan Zhan —Respondió con firmeza.

—Muy bien, iré contigo —Dijo dirigiéndose a la salida y montando su espada.

WuXian volvió al pueblo no perdiendo las esperanzas de que encontraría al cultivador de blanco, WanYin lo ayudó preguntando por él en las casas de té o restaurantes, mientras él lo hacía con los vendedores y las personas del pueblo, pero no había pista alguna que develara dónde podría estar WangJi. Ya era bien entrada la noche y el pueblo estaba vacío a esa hora, WuXian con una mirada de profunda frustración y culpabilidad se iba a dejar vencer hasta que lo notó, habían recorrido el pueblo, pero no el bosque que lo bordeaba. Respiró hondo y decidido se dispuso a explorar, WanYin lo siguió no muy contento encendiendo un talismán de fuego para que les diera algo de luz. Explorar un bosque de noche era peligroso, pues te podías encontrar con criaturas nocturnas, bestias o algo peor, humanos con malas intenciones; aferrados a sus espadas ambos adolescentes buscaban en silencio, no atreviéndose a hacer ruido en aquella boca de lobo en la que se habían adentrado. Lo bueno de ser Alfas, es que tenían el sentido del olfato bastante desarrollado, por lo que WuXian decidió usarlo para lograr captar el particular y embriagante aroma a sándalo que desprendía WangJi.

—Mierda, apesta a Alfa —Se quejó WanYin adentrándose más al bosque.

—Tienes razón —Dijo WuXian sintiendo que las feromonas Alfas se percibían más fuertes, no podía distinguir muy bien a que olía exactamente, pero era obvio que un Alfa había pasado por ahí.

La sangre es más espesa que el aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora