Confusión de un Corazón

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Buenas tardes, espero se encuentren muy bien! Les traigo actualización, la verdad es que no sabía en qué momento cortar este capítulo. Muchas gracias por sus comentarios, votos y lecturas!!! Estoy muy agradecida por ello.  En estos lares está haciendo mucho frío. 

Para explicar, los mantou son panecillos chinos al vapor. Haishi es como se le dice al horario entre las 21:00hrs y las 23:00hrs.

Bien eso es todo, lamento la demora, espero que el capítulo lo compense.

Perdonen todos mis errores.

Disfruten de su lectura!

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Era tarde en la noche cuando decidieron recuperarse en una posada, como estaban en guerra y muchos pueblos y personas han sido atacados, era normal ver a tres cultivadores (Dos de ellos bastante malheridos) pedir un techo en el que quedarse. La posadera era bastante amable, ofreciéndoles comida, como también vendas y ungüentos para las heridas de estos. Ahora se encontraban sentados alrededor de una mesa esperando por la comida y el alcohol que WuXian coquetamente pidió a la mujer Omega.

—Aún no puedo creer que el hijo de puta de Wen Chao y su perro faldero estén muertos —WanYin curaba sus heridas con una sonrisa de satisfacción— Supongo que tienen razón cuándo dicen que la venganza se sirve en un plato frío.

Venganza...

—Totalmente, lo hubieras visto huir aterrado cada vez que me acercaba a él, era como si un gato jugara con un ratón... Tan insignificante... —WuXian estaba sentado al lado de WangJi quien sólo permanecía en silencio, tratando lo mejor posible de vendar sus manos, pero al tener los dedos en carne viva, el dolor le provocaba dificultades en su motricidad fina. Cosa de la que se dio cuenta el Alfa, tomando suavemente las hermosas manos del Omega— Déjame ayudarte —WangJi quería protestar, pero al ver sus manos temblando ligeramente, pensó que lo mejor era permanecer en silencio— Lan Zhan, ¿No te sientes mucho mejor ahora que ese perro Wen ha muerto? Después de todo, se hizo justicia.

Justicia...

—Gracias, Wei Ying —Susurró bajito al ver que el Alfa había terminado de vendarle sus manos— Me retiraré a mis aposentos, una disculpa —Se levantó he hizo una reverencia a ambos Alfas.

—¿No vas a comer? No tienes energía espiritual, necesitas recuperarte —Le dijo WanYin a lo que WangJi desvió la mirada.

—No tengo apetito, por favor coman sin mí, la meditación ayudará a recuperar mi energía espiritual —Volvió a hacer una reverencia y se marchó hacia el segundo piso dónde le habían asignado una habitación.

—Lan Zhan estaba actuando extraño... —WuXian entrecerró los ojos hacia la dirección dónde fue el adolescente mientras bebía del vino que le habían traído.

—Debe estar agotado. No lo culpo, después de todo tuvo que enfrentarse a varios Alfas bastante iguales y asquerosos que Wen Chao... La verdad que hasta mí me daban náuseas al escuchar todo tipo de comentarios hacia él —Comentaba WanYin haciendo una mueca de desagrado.

Wei WuXian al escuchar esto la primera emoción que nació en él, no fue de lástima o asco, fue una ira que volvió a crecer y alimentar todo el resentimiento que tenía en su cuerpo, su sed de sangre volvió como aquel infernal tono carmesí en sus ojos. Quería matar a todos aquellos que vieron a Lan WangJi como un mero objeto de placer.

WangJi se sentó sobre la suave cama adoptando una posición que en su secta reprocharían totalmente. El Omega apoyó su espalda en la pared a la que estaba pegada la cama y acercó sus rodillas a su pecho para abrazarlas. Era extraño, debería de estar feliz por volver a encontrar a WuXian y que al parecer todo estuviera bien en él, pero... ¿Por qué tenía una sensación agridulce? WuXian había cambiado no había duda de eso, incluso su aroma no era igual al de antes, si bien permanecía el aroma de flor de loto, ahora estaba especiado con un aroma que no podría identificar muy bien. Su apariencia también era distinta, ya no llevaba su distintiva cola de caballo, ahora usaba su cabello en su mayoría suelto, algunos mechones amarrados a la cinta roja que siempre llevaba, pero el cambio más notorio, fueron sus preciosos orbes grises, en ellos sólo se miraban frialdad y enojo. Como si una sola mirada de aquellos ojos fueran capaces de destruir todo el mundo del cultivo. La grasa de bebé se había ido totalmente de su rostro, teniendo rasgos más afilados, demostrando en todo su esplendoroso ser, que era un Alfa, uno que no podía ser sometido por cualquiera.

La sangre es más espesa que el aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora