Pequeñas Conversaciones

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Hola! Buenas noches. Quizás cuándo esté subido esto ya habrá pasado el año nuevo chino, pero si por si alcanzo, ¡Feliz año nuevo chino! Este año es del dragón.

Bien, quería empezar dando las gracias por sus votos y comentarios, son una verdadera alegría. La trama está empezando a tomar forma, así que vamos por buen camino.

Hago la advertencia de que se tocan temas delicados y controversiales. Así que leer con cuidado.

Perdonen todos mis errores.

Disfruten de su lectura!

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—Zewu-Jun —XiChen volteó a ver al joven que caminaba hacia él.

—Joven maestro Wei —Saludó con una sonrisa a lo que el Alfa también sonrió— Supongo que quiere el informe semanal de la salud de mi hermano.

—Ah... No lo diga así —Se sonrojó desviando la mirada. XiChen fue fiel a su palabra y todas las semanas le informaba a WuXian el estado de WangJi, ya se iba a cumplir un mes de lo sucedido, la ausencia del segundo Jade era un tema silencioso no sólo entre los discípulos de la secta, sino que también entre los invitados.

—Está bien, ya sanó todas sus heridas —Decía mientras caminaba por un pasillo que los llevaba a un camino más apartado para que pudieran hablar con tranquilidad— WangJi es fuerte al final de todo.

—Me alegra escucharlo —Desde lo que había ocurrido, WuXian no dejó de sentir culpa, en Yunmeng le habían enseñado que un Alfa debía proteger siempre a un Omega, sin importar qué— ¿Usted cree que pueda verlo?

—Mm, eso ya depende de WangJi, como sabe... No tolera la presencia de otros Alfas —Miró los orbes grises que parecían tristes. La verdad es que comprendía bastante al menor, la preocupación y la culpa lo deben estar torturando— Podría mediar por usted, pero no le aseguro nada.

—¡Muchas gracias, Zewu-Jun! —Hizo una reverencia a lo que XiChen sólo asintió.

—Venga conmigo —Dijo tomando otra dirección que llevaba al Jingshi.

WangJi estaba leyendo en la mesita baja que estaba al centro de la habitación, la verdad es que sí deseaba salir de su habitación, pero el sólo hecho de que alguien lo mire y supiera toda la verdad le afligía enormemente, además de sentir una enorme vergüenza. Su hermano siempre le recordaba que lo sucedido no fue su culpa, pero aun así, él la sentía. Ahogó un suspiro continuando su lectura para distraerse, al menos todo era mejor ahora que estaba sanado por lo que las sesiones de curaciones intrusivas e incómodas habían terminado. Sin embargo, su cruel mente lo torturaba siempre que pudiese, recordando escenas, palabras y emociones de horror puro; su corazón sólo se calmaba cuando estaba con su hermano. Hizo un leve puchero, ya lo extrañaba, pero pareció haberlo llamado en su mente pues pudo sentir el aroma de su hermano acercándose. Se sentó rectamente, alisó sus túnicas y miró expectante a que la puerta se deslizara.

—WangJi... —Saludó dulcemente a su hermano.

—Ge... XiongZhang —Se corrigió rápidamente al ver que su hermano no estaba solo. No veía hace tiempo aquellos orbes grises.

—WangJi escucha ­­—Se sentó al lado de su hermanito— El joven maestro Wei ha estado preocupado por ti todo este tiempo, más de lo que puedas imaginar. Él... Sólo quiere verte y saber cómo estás, ¿Puedes dejar que entre? —WangJi miró a su hermano y luego a WuXian, soltando un suspiro al final.

—Está bien, Wei Ying no hizo nada malo después de todo —Dijo en voz baja, pero ambos Alfas lo escucharon y sonrieron.

—Lan Zhan, ¿En verdad puedo entrar y hacerte compañía? —Preguntó WuXian para cerciorarse a lo que el Lan más pequeño asintió levemente— Muchas gracias —Hizo una reverencia y entró dejándose invadir por el aroma a sándalo. El Jingshi era amplio, estaba bien ordenado y limpio, no como su habitación en Yunmeng

La sangre es más espesa que el aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora