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— ¿Jonathan, podrías leer la siguiente línea? — 

Después de aquel fin de semana, los maestros habían decidido por hacerlo picadilla, pero no los culpaba, él tampoco se sentía allí. Mirando a su costado esperando encontrarse con Jihoon para que lo ayude con el texto, solo logra encontrarse con la mirada de Joshua señalando el título de la página donde habían esfinges egipcios, en complicidad le da una sonrisa agradecida y se esclarece la garganta.

Leyendo a línea a línea, mareándose al ver que las palabras no terminaban,cree temblar. Eso no se sentía bien, aunque no tenía opción, si fallaba todo el mundo le tendría pena de nuevo o algunos solo suspirarían con fastidio porque claro...A todos se compadecen de un huérfano hasta que ven que su "show" no solo dura unos días y la tristeza lo va acompañar por toda una vida y era allí donde todos hacían un paso atrás. Termina de leer y para suerte suya no titubeo añadiendo el detalle que el timbre de salida lo interrumpió.

Guardando sus cosas para regresar a casa siente tras su nuca una mirada.

— Me prometiste que saldrías conmigo este sábado. ¿Qué pasó? — Escuchando fuerte y clara la voz de Jihoon, voltea a verlo.

— Lo siento, mis abuelos querían que los acompañara en casa. — 

Mentira.

Si no hubiese sido tan imbécil por buscar un roman... Mierda, ni siquiera entendía qué era lo que precisamente buscaba; sin embargo, eso no le evitó casi ser abusado por un señor. Se odiaba. Lo hacía demasiado, por eso sonrió, se recostó en el hombro de su amigo y por último le habló despreocupado.

— Para la otra semana estaré disponible para ti, ¿okay? — Guiñándole para ser más convincente como al mismo tiempo esperar que el polvo en su ojo se esfumase.

— Jeonghan...— La voz de Jihoon se escuchaba apenada. Lo odiaba. 

Sí, sabía que la gente estaba preocupada, que no estaba siendo igual que antes. ¿Pero cómo se supone que debes de actuar cuando tus padres mueren? Debe lucir fuerte, superado o viéndose como un desecho. No lo entiende.

— Woozi. — Antes de salir del salón, vuelve a darle la cara y sonreír. — ¿No me rechaces la invitación al servidor, te parece? — 

El pelinegro tenía las comisuras estáticas, obviamente, no se creía su farsa. 

— Si tardas más de un minuto en enviarme la invitación, te olvidas de mí. — Con el menor dándole una sonrisa, Jeonghan, toma como señal para correr de regreso.

No quería ir a la casa de sus abuelos siendo complacientes, tampoco ver a sus amigos dolidos, ni siquiera, al imbécil de Joshua que después de semanas habían interactuado. Nada de eso le importaba ahora. Ya estaba en plena parada de metro cuando tomó el pañuelo del bolsillo de su pantalón. Quería creer que el señor Choi sería la respuesta a encontrar un poco de tranquilidad en ese torbellino.

Aislándose en los asientos individuales, suspira y entra a su móvil.

Han: Buenas tardes :)

Han: Sé que es inoportuno, pero ese día me llevé su pañuelo.

Han: Estoy yendo a su departamento para devolvérselo.

Han: Gracias :D

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— ¿Seungcheol-ah, es verdad que usted ahora es soltero? — Con una tercera mirada seductora de la rubia, vuelve a sonreír incómodo y toma agua.

Ahora se arrepentía más que nadie haberse ido a un almuerzo de oficina, por intentar hacerse el "cool", estaba empezando a sufrir un pequeño tick por tomar sorbos de agua para disimular su incomodidad, que de paso, le estaba pasando factura con unas ganas de orinar tremendas.

— Si me disculpan, iré a los servicios. — Dice en voz alta a todos para no esperar respuesta y correr.

Sintiendo un gran alivio al alejarse de la mesa 08 de ese restaurante, se da el lujo de tomar su celular y distraerse en su camino al baño. Enciende la pantalla por un instante y las notificaciones empiezan a explotarle en el rostro.

Notificaciones: Corazones heridos en busca de ternura ( Han le ha enviado 10 mensajes)

Le cuesta conectar lo que estaba leyendo con sus recuerdos, ya que, apaga por instinto de regreso. Eso no le duró mucho. Abriendo los ojos sorprendido queda estático por segundos. 

— Mierda, Jonathan.—

Va al baño perturbado, aún así, lee los mensajes.

Han: Buenas tardes :)

Han: Sé que es inoportuno, pero ese día me llevé su pañuelo.

Han: Estoy yendo a su departamento para devolvérselo.

Han: Gracias :D

Han: Ya estoy de camino

Han: Estoy a 15 minutos de allí.

Han: Me abre por favor

Han: ¿Me podría quedar allí por una hora?

Han: No lo estoy obligando, pero

Han: Por favoorr

Han: (Sticker)

Apurándose en mear, lavarse las manos, recomponer su compostura y caminar lo más rápido posible, llega a su mesa y con una sonrisa lo suficientemente amplia como para tratar de convencer, se despide de todos.

— No se vaya ahora, aún es temprano. — Le tomó del brazo la chica coqueta y de pechos prominentes.

A pesar de ser una mujer extremadamente guapa y haberle intentado hacer plática a un hombre tan aguado y desabrido como él, Seungcheol, no se sentía en el ánimo de involucrarse con alguien del trabajo ;mucho menos, cuando desde su cumpleaños llevaba perturbado por la viva imagen de su ex.

— Tengo hijos que atender, hasta luego. — Con esa mentira que desease que se hiciera realidad, sale del lugar.

Muy pronto se harían las 6 de la tarde que trae consigo una ventisca helada y enrojecedora de narices. Fue inevitable pero eso preocupó a Seungcheol, después de todo, era un padre e imaginar a uno de sus hijos en uniforme de colegio estando afuera por tanto tiempo... no le hacía bien. 

Cheol: En cinco minutos llego.

Cheol: Perdón por la demora.

Cheol: Disculpa.

Era una completa locura.

Si bien él se había ofrecido a ayudar al chico con sus problemas, su ser egoísta y sus recuerdos inherentes, rogaban por esconderse y no darle cara a la viva imagen de Jeonghan. Estaba lo suficientemente vulnerable como para verlo tan pronto. 

Viendo las calles pasando rápidamente a su vista, el viento aún más frío y sus pies terriblemente inestables y ansiosos . Suspira. Cree o se quiere convencer de que esto sería definitivo que pronto Jonathan desaparecería de su vida ,aunque, por dentro se muera por abrir su facebook y así encontrar más información del chico y si tenía algo que ver con Jeonghan... ¿Pero cuánto tiempo había pasado? Casi más de veinte años que no sabía nada de él, bueno; a comparación de estos tiempos, Seungcheol en su juventud no tuvo los recursos tecnológicos para hacerlo y tampoco lo necesitó porque supo que era lo mejor para ambos y para sus familias. 

Nunca hubiesen podido lograr nada si se mantenían juntos, ya que, solo fue un romance de verano no es como si se hubiesen ama-

— Buenas tardes, Seungcheol. — 

Lo odiaba.

Aquel chico rubio con una sonrisa brillante y la juventud desbordante en menos de tres segundos flagelaba sus muros ... Eso era tan injusto, pero en temas del corazón, ni siquiera la razón mandaba.

— Hola, Jonathan. —

¿Hoy día sería el último día en que se verían, verdad?



App para corazones heridos en busca de ternura (BL/ SEVENTEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora