𝗬𝗨𝗔𝗡𝗙𝗘𝗡 » jude bellingham.

𝟢𝟣𝟤.

OMNISCIENTE

Después de aquella pequeña conversación vía whatsapp que habían tenido Jude y Haz. La noche se había deslizado en un silencio inquietante sobre las cabezas de ambos, cada uno sumido en sus propios pensamientos mientras las horas avanzaban lentamente.

Jude, con la luz tenue de su teléfono iluminando su rostro en la oscuridad de su habitación, se encontraba atrapado en un torbellino de pensamientos sobre Hazel. Cada mensaje intercambiado con ella, cada gesto amable o comentario cariñoso, avivaba el fuego de su esperanza mientras luchaba contra la sombra de la incertidumbre.

Dormir había sido difícil para Jude, pero al menos aquella mini conversación hizo que se calmara un poco, sentía un poco de ilusión de creer que ella lo abrazaría, hasta sonrió cuando antes de dormir se imagino aquella escena. Entonces fue asi como el británico logro conciliar su sueño.

Aún se encontraba en Madrid junto a su madre, quien se habia encargado de prepararle el desayuno a su hijo. Cuándo el morocho bajo, saludo a su progenitora y comenzó a comer, perdido nuevamente en sus pensamientos mientras comía y miraba un punto fijo. Si era normal este comportamiento de Jude a la mañana, pero las madres siempre saben cuando sucede algo más que carcome internamente a sus hijos.

─ ¿Sucede algo, Jude? ─preguntó Denise, la madre del morocho. Está paso su mano sobre la parte trasera del hombro de su hijo, masajeando suavemente.

─ No es nada importante ma, en serio ─contestó el británico, mientras le dedicaba una cálida sonrisa para no preocupar a su madre.

Inconforme con aquella respuesta de su hijo, ella volvió a preguntar, esperanzada con que él le explique o se abra con ella un poco, como solía hacerlo cuándo era un niño.

─ Sabes que puedes contarme lo que sea ─Denise habla, mientras toma asiento en la silla de la mesa, quedando frente a frente.

─ Lo sé, pero es que... es un poco complicado ─Jude largó un mini suspiro frustrado, mientras pasaba su mano por su rostro, agachando la cabeza y mirando la taza que contenía su café.

─ Está bien ─Denise tomó la mano de su hijo, juntandola con las de ella, dedicándole una amable sonrisa ─ No es necesario que me cuentes que pasa, pero me preocupo por ti hijo.

─ No es nada grave ma, lo prometo ─contestó el moreno, no queria continuar con este tema asi que agradeció cuando su madre no volvió a insistir.

Hoy no sería un día muy ocupado para él. Tenía planeado recorrer un poco más la ciudad junto a su madre, almorzar, merendar algo y luego volverían a Grecia.

Estaba algo nervioso, porque quería hablar con Hazel, tenía muchas dudas y pocas respuestas, de hecho parecía que mientras más tiempo pasaba más dudas tenía, junto con sus emociones que todavía no lograba comprender, solo sabía que no le agradaba aquel chico que también se juntaba con Hazel.