Sus pasos resonaban a lo largo del enorme pasillo a medida que se iba acercando a su destino. Se paró frente a la última puerta, esperando tan solo un par de segundos antes de que esta se deslizase, permitiéndole el acceso. El sonido automático que desprendió, alertó a la única persona dentro quien apartó la mirada de su ordenador y sonrió de inmediato al notar su presencia.
No tardó en saltar de su sitio e ir a su encuentro.
--Me alegra que hayas llegado tan rápido, Lapis.--Trunks lo abrazó por tan solo unos segundos antes de separarse y volver a su escritorio rápidamente.--Necesito que veas esto; creo que he conseguido algo aquí.
El pelinegro le dio una rápida escaneada al pequeño laboratorio en el que estaba. El desorden reinaba sin ningún tipo de restricción. Habían papeles y libros por todas partes; muchas tazas vacías sobre el escritorio principal; documentos científicos se hallaban esparcidos por las superficies de trabajo, y también habían varios ejemplares de medicamentos sobre estos.
--¿Qué demonios pasó aquí?--Preguntó, haciendo alusión al desorden alrededor.
Trunks miró todo a su alrededor y se hundió un poco en su sitio, culpable.--Sí, supongo que este lugar necesita un poco de limpieza.
--¿Un poco? ¿Acaso un tornado pasó por aquí y no salió en la noticias?
--Sí, bueno, perdóname por no tener mi cuarto impecable, mamá.--Bufó.
--Y ¿Qué demonios te pasó a ti?
Los ojos de Lapis lo recorrieron de pies a cabeza. Por lo visto, lo desprolijo no solo se limitaba al ambiente. Había unas oscuras ojeras enmarcando su mirada; su cabello desordenado se disparaba en distintas direcciones, y sus ropas yacían sumamente arrugadas.
--Te ves horrible.
--Sigue así, harás que me sonroje, Lapis...--Ironizó ya sin esconder su molestia.--Pero ¿Podríamos centrarnos en lo más importante? Te llamé porque quiero que veas esto.--Señaló la pantalla de su ordenador.
--No, no, no.--Se apresuró a decir y cruzó los brazos sobre su pecho.--Antes de eso, necesito que me digas qué se supone que pasó contigo durante estos tres últimos días. Te desapareciste, no contestaste ninguno de mis mensajes, ni tampoco mis llamadas; pero hoy, mágicamente, escribes diciendo que necesitas verme urgentemente. Por un momento pensé que te habías regresado corriendo a Inglaterra.
Trunks soltó un bufido por los reproches de su amigo. Se dejó caer en su silla y se tomó el puente de la nariz con dos dedos, evidenciando claro estrés.
--Perdón por no contestar, pero estos últimos días he estado trabajando mucho en algo ¿Sí? Supongo que me desconecté del mundo por completo.
--Puedo verlo...--Respondió, mientras le daba otra rápida mirada al lugar.--Pero responder un mísero "No te preocupes, Lapis. Sigo vivo" no te iba a matar ¿Sabes?--Le recriminó, pero, pese a ello, había una pequeña sonrisilla en el rostro.
--Sí...siento eso...--Sonrió ligeramente.
Lapis soltó un bajo suspiro y comenzó a acercarse al escritorio.--Muy bien ¿De qué se trata todo esto?
El pelivioleta se incorporó rápidamente y, más animado, giró un poco el monitor para que su amigo pudiese ver mejor en lo que había estado trabajando.
En la pantalla, habían varias ventanas abiertas, mostrando artículos científicos, gráficos e imágenes. De ellos, se desprendían flechas que conectaban pedazos de información que yacía resaltada. Se notaba un gran esfuerzo detrás de toda esa investigación.
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Dearly last days [Truten]
Fanfiction¿Hay alguna posible salvación para un omega con un lazo roto? La respuesta a esa pregunta es igual de simple como devastadora: No la hay. Y eso Goten lo sabe perfectamente. Por ello, se ha resignado a tener que vivir sus últimos días siendo consum...