Volvamos al pasado nuevamente, el mismo día en que el atentado Yakuza tomó lugar. Itsuka Kendo perseguía a Izuku, luego de su explosión emocional y ataque de pánico, está más tranquila ahora. Golpear a Midoriya no fue una buena idea, es lo que ella analiza ahora más calmada, por suerte, aparentemente él no se lo tomó mal, es más, es como si esperaba que algo así iba a pasar.
Aunque tampoco se le puede culpar, Kendo ha llegado a su límite hace tiempo. Tantas cosas en un solo día, siente que su cabeza le da vueltas y le duele. Quiere mantenerse serena, ser la siempre fría y calculadora, pero recordar todo lo que ha ocurrido hoy, y añadiendo sus conversaciones con Izuku la hace sentir mal.
Las cosas han sido más complicadas de lo que ella imaginó, no esperaba una vida fácil, sin embargo, tampoco algo tan difícil. Ella tratará desde ahora que sus emociones no la controlen y volver a ser la de antes. Se necesita así misma más que nunca, no se le puede permitir romperse ahora mismo.
— ¿Estás enojado conmigo? Dime la verdad—
Ella quiere saber qué piensa Izuku, no solo por el simple hecho de golpearlo de sorpresa sino todo en general ¿Qué él piensa sobre la conversación que tuvieron? Es una pregunta que ella tiene metida en su cabeza.
—Descuida, no lo estoy. Sé que estás pasando por muchas cosas—
¿Por qué ella se siente aliviada por escuchar eso? ¿Acaso porque le teme y tiene temor a que él intente hacerle daño? ¿O será que no lo quiere hacer enojar para siempre estar en buenos términos con él? Itsuka está confundida, quiere a ese chico lejos y cerca de ella al mismo tiempo —lo siento por lo que hice, bueno, depende... Si me mentiste y ellos no están bien en realidad, entonces...— (¿Entonces qué?) Ni siquiera Kendo sabía qué decir a continuación —ya sabes—
—Tan descarada como siempre, por eso me diviertes— ríe el chico mientras gira la derecha y abrió una puerta.
Ambos entraron y la peli naranja miraba el alrededor — ¿Una oficina? —
—Es mi oficina— recalcó el chico, este se quitaba el saco de su traje caro y elegante y la colgó por ahí —la reunión se atrasará un poco, ya que bueno, tengo que bañarme, hoy casi atravesé una pared con mi cuerpo— decía quitándose la corbata.
—Ya me disculpé—
Este sonrió levemente —lo sé, lo sé— y así se quitaba su camisa.
— ¡No te desnudes frente a mí! —
—Solo es la camisa, dramática—
—Si no te detengo, desde aquí seguirás, eres así. Te gusta molestar—
—Tampoco llegaría tan lejos— ríe fugazmente mientras colgaba su camisa —siéntate por ahí y no rompas ni desorganices nada, odio el sucio—
—Tampoco soy una niña—
—Pórtate bien, regreso en breve—
Con eso el pecoso se retiró, ella suspiró mientras se sentaba en una cómoda silla de oficina — ¿Cómo rayos nos compartamos tan casual en esta situación? — Ciertamente para la misma Itsuka le parece increíble cómo las cosas se sienten naturales, como si este debería ser el curso natural de las cosas.
Por ahora lo que más quiere es información ¿Qué tanto ha pasado durante y después desde que ella estaba desmayada y se encuentra aquí en la oficina de Izuku? Sin dudas han pasado varias horas desde eso, así que Kendo pensó que el atentado contra los Yakuza fue un fracaso total y los héroes se retiraron.
Hay otra cosa que le interesa a la peli naranja y es ¿Cómo lo lograron? Estaba cien por ciento segura de que con el plan que tenían los héroes contra los Yakuza rosaba lo perfecto, cada detalle bien pulido y cuidado. Y con todo eso los destrozaron con pocos miembros y como si nada.
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Daño Colateral
FanfictionJapón está gozando de su mayor momento de paz en la historia, la nueva generación es considerada la más prometedora para ser héroes. Pero poco a poco van notando que la sociedad no está tan segura como se presume, y los alumnos de la U.A tienen que...