8 : Un desastre

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Todo comenzó cuando caminábamos de regreso luego de haber ido a recoger el esmoquin que usaría en el baile de graduación, Jungkook venia a mi lado, regresar a casa juntos era lo que habíamos hecho los últimos días, pero tal vez hubiera deseado que no hubiese sido así.

—Esto debe de ser una broma — lo escuche murmurar apenas doblamos la esquina que daba a nuestras casas.

Lo vi correr a toda velocidad, yo intenté seguirle el ritmo, había dos patrullas enfrente de los restaurantes, esta vez no existió música que calmara a nuestros padres, por eso los estaban subiendo como viles criminales a las patrullas, decir que todo alrededor era un desastre era poco, la basura de los contenedores estaba en regada por todo el lugar.

Jungkook fue directo a sus padres donde también estaba Jimin, su hermano, yo hice lo mismo con mis padres y Namjoon.

—¿Pero que es todo esto? — pregunte antes de que cerraran la puerta.

—Los Jeon es lo que paso, cierra el restaurante y luego ven a la comisaria.

Pide mi padre en lo que parece una dura orden, luego los policías cierran la puerta, los veo alejarse hasta desaparecer cuando doblan la primera esquina, si tuviera un hermano mayor sabría qué hacer, yo ni siquiera era mayor de edad para ir a la comisaria, tampoco tenía familiares que vivieran cerca.

Los vecinos miraban como si fuera la escena del año, sentí como las mejillas se comenzaba a ponerse cada vez más rojas, me moría de vergüenza, intente disculparme con ellos, inclinándome una y otra vez, pero solo recibía maldiciones.

Me acerque a Jungkook, que intentaba hacer lo mismo.

—Realmente causaron un desastre esta vez — le digo.

—¿Qué fue lo que lo inicio? — cuestionó, yo alzo los hombros como respuesta—.¿Deberíamos de ir por ellos?

Ninguno de los dos teníamos ganas de hacer un viaje de veinte minutos hasta la comisaria.

—Son nuestros padres y también están los tontos de nuestros hermanos.

Lo escucho sueltar un bufido.

—Enserio me debes de pasar esa lista de canciones— dijo, mientras alzaba el dedo índice como advertencia—. ¿usaras tus bocinas cuando te vayas?

—No te daré mis bocinas.

—Un envidioso, Taehyung— reclama—. Al menos ve el lado positivo.

—Tiene un lado positivo.

—Lo tiene — asiente victorioso—. La última vez que los llevaron a la comisaria duraron dos meses evitándose y no hubo peleas.

Solté una fuerte risa, y era verdad, la última vez que los habían llevado a la comisaria fue porque mi padre había pintado la malla que separaba nuestras casas y solo un poco de pintura había caído al otro lado, ósea del lado de los Jeon, hubo una guerra de pinturas.

—Sera mejor que limpiemos su desastre.

Tomo una de las bolsas que están en el suelo y comienzo a recoger los restos de basura que están en la calle, que son una rara combinación de desperdicios de comida, recipientes y cosas extrañas que era claro que odiaba tocarlas.

—Esto es de tu familia ¿cierto? — le muestro una cosa de color negro que tiene pinta de haber sido un alga—. Juro que estoy a punto de vomitar.

Suelto una arcada, todo esto es asqueroso.

—No sé si desagradable es la palabra correcta— lo veo arrugar la nariz—, pero creo que es más asqueroso ver restos de pollo crudo.

—No olvides el olor, es aún peor.

Canciones de media noche | Taekook ° kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora