El silencio reino en la sala cuando se dio a conocer la condición por la cual Min Yoongi heredaría la cuantiosa fortuna de su padre, el abogado parecía estar disfrutando de cada palabra que salió de su boca mientras que su madre y su hermana menor le miraban curiosas.
Tenia que casarse en el plazo menor a un mes o de lo contrario su dinero pasaría a manos del segundo socio capitalista de la empresa el señor Lee; después de muerto su santo padre continuaba con lo mismo y el echo es que Yoongi el alfa más poderoso de todo Corea del Sur cumplía treinta y cinco años y no pensaba sentar cabeza, no tenia porque tenia dinero, fama, omegas a sus pies, para que querría casarse y dejar todo aquello la vida hogareña no le sentaba bien.
Pero tenia que sentar cabeza de lo contrario esa vida de lujos y fama llegaría a su fin, así que lo hizo a la semana de leer el testamento, Min Yoongi contraía nupcias con Kim Seokjin el omega que era hijo de su ama de llaves, solo se casaba con este para que el dinero no se fuera de sus manos, no porque sintiera algo por el chico, de echo solo sabia que el omega lo odiaba y aquello era más que suficiente para él, era un sentimiento al fin de cuentas.
El día que le propuso el arreglo a la señora Kim este se negó, pero el dinero lo mueve todo y sabia de el trasplante de pulmón que necesitaba su antigua empleada, la madre del omega, no necesito decirle mucho a Jin para convencerlo y al poco tiempo su madre ya figuraba en las listas de espera entre los primeros diez lugares.
El arreglo con Seokjin fue sencillo, se casaban y cada quien continuaba su vida como se le diera en gana Yoongi al frente de la empresa familiar y con su vida de eterno soltero y el omega en lo que sea que se ocupara en el día, a Min poco le importaba lo que hacia este, siempre y cuando la clausula se cumpliera al pie de la letra, una vez casado todo paso a sus manos y todos contentos, al menos así fue durante las primeras dos semanas hasta aquella mañana que recibió una llamada que haría maldecir a lo alto a su padre.
Firmaba un par de papeles cuando su asistente cruzo la puerta mirándolo angustiado.
-¿Que pasa Taehyun? - pregunto apenas volteando a mirar al joven omega.
-Señor tiene una llamada importante, es del abogado de su familia, el señor Kim Namjoon.
Este volteo entregándole por completo su atención y dejando lo que hacia.
-¿Qué pasa con Kim? No le has pagado sus honorarios.
-No es eso señor, es algo más . . .
-Pásame la llamada - pidió confundido.
Un minuto después Taehyun le conectaba la llamada, misma que Yoongi contesto sin prestar mucha atención continuando con la firma de sus papeles.
-Hoy se cumplen dos semanas de tu fugaz matrimonio con Seokjin - se escucho la voz de Namjoon, habia un poco de burla en ella, pero siempre lo habia habido, ellos dos se odiaban desde la primaria.
-¿Qué quieres? - pregunto secamente.
-Solo para informarte que la segunda parte del testamento de tu padre será leída mañana a las nueve de la mañana espero tu presencia y la de. . . .
-¡¿Qué mierda acabas de decir?! - pregunto exaltado levantándose de su lugar como si Namjoon fuera capaz de ver su cara desencajada y de incredibilidad.
-Lo siento Yoongi pero si no te casabas no habia porque leer la segunda parte ni motivo para decir que existía más, pero como ya cumpliste al pie de la letra la primera clausula es momento de que leamos la segunda.
-Mi padre estaba loco - decia molesto y con un pequeño dolor en la cien que más tarde le aseguraba un buen dolor de cabeza.
-Solo te conocía muy bien, deberás de traer a tu madre a la linda Jiwoon y a Seokjin.
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Esposo en alquiler.
FanfictionDespués de su boda arreglada con términos considerablemente buenos tanto para Min Yoongi como para Kim Seokjin la vida les pondrá enfrente dificultades que tendrá que resolver y darse cuenta que no todo sale como se planea.