Build cerró la puerta de golpe dejando fuera la flor quemada, y se llevó la mano al pecho. ¿Qué clase de hombre podía dominar el fuego?. Notando que el corazón le latía con fuerza bajo la mano, se recordó que estaba en un circo, un lugar de ilusiones. Bible debía de haber aprendido algunos trucos de magia en el transcurso de los años y Build no debería dar rienda suelta a la imaginación.
Se tocó la pequeña marca roja en el pecho y el pezón se tensó en respuesta. Mirando la cama sin hacer, se dejó caer en una de las sillas junto a la mesa de la cocina e intentó asimilar la ironía de todo aquello.
MÍ hijo se reserva para el matrimonio.» Lani solía soltar esa declaración en las cenas para divertir a sus amigos mientras Build se tragaba la vergüenza y fingía reírse con ellos. Cuando cumplió los veintitrés años, su madre dejó de anunciarlo en público por miedo a que sus amigos pensaran que su hijo era un bicho raro.
Ahora que tenía veintiséis, Build se consideraba una reliquia victoriana. Sabía lo suficiente de psicología humana para darse cuenta de que su resistencia al sexo fuera del matrimonio era un acto de rebeldía. Cuando era niño había observado el vaivén de la puerta del dormitorio de su madre y supo que nunca podría ser como ella. Deseaba con toda el alma ser considerado un chico respetable. Incluso hubo un tiempo en que pensó que lo había conseguido.
Se llamaba Noel Black, tenía cuarenta años y era ejecutivo en una editorial británica. Lo conoció en una fiesta en Escocia. Era todo lo que admiraba en un hombre: caballeroso, inteligente y bien educado. No fue difícil enamorarse de él. Build era un chico hambriento de afecto, y los besos de Noel y sus expertas caricias lo enardecían hasta casi hacerlo perder el juicio. Incluso así, Build no pudo olvidar sus principios, profundamente arraigados, para acostarse con él. Al principio, la negativa del joven le irritó, pero poco a poco él comprendió lo importante que era aquello para el y le propuso matrimonio. Build aceptó entusiasmado y vivió en una nube rosa durante los días que faltaban para la ceremonia.
Lani fingió estar encantada, pero Build debería haber imaginado que a su madre le daba terror quedarse sola, hasta el punto de dejarse llevar por la desesperación. A Lani no le llevó demasiado tiempo tramar un cuidadoso y calculado plan para seducir a Noel Black. A favor de Noel debía decir que logró resistirse casi un mes, pero Lani siempre conseguía lo que
se proponía y al final lo conquistó.—Lo hice por ti, Build —había dicho cuando un Build apesadumbrado descubrió la verdad. — Quería que abrieras los ojos y vieras lo hipócrita que es. Dios mío, habrías sido muy desgraciado si te hubieras casado con él.
Madre e hijo discutieron amargamente y Build había llegado a recoger todas sus pertenencias para marcharse. El intento de suicidio de Lani puso fin a eso. Suspiró. Fue un sonido profundo y doloroso, el tipo de suspiro que salía desde lo más profundo del alma porque no tenía palabras para expresar sus sentimientos. Para otros el sexo resultaba fácil. ¿Por qué no para el? Se había prometido a sí mismo que nunca tendría relaciones sexuales fuera del matrimonio y ahora estaba casado. Pero, irónicamente, su marido era más desconocido para el que cualquiera de los hombres que había rechazado. El hecho de que fuera tan brutalmente atractivo no cambiaba las cosas. Ni siquiera podía imaginar entregarse a alguien a quien no amara. Volvió a mirar la cama. Se levantó y se acercó a ella. Algo que parecía una cuerda negra asomaba bajo unos vaqueros tirados de cualquier manera sobre las arrugadas sábanas azules. Se inclinó para tocar la tela de los jeans, desgastada por el uso, y deslizó un dedo por la cremallera abierta.
¿Cómo sería ser amado por ese hombre?
¿Despertar cada mañana y ver la misma cara mirándolo desde el otro lado de la almohada?