Capítulo 4+ (Jetziel-Alex)

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Cuando Jetziel volvió a su habitación después de haber salido con Alondra, se encontró a Alex guardando algunas cosas en su mochila.

-¿Estás ocupado?— preguntó, abrazándolo por la espalda. 

-Estaba alistando mi mochila.— dijo dulcemente, haciendo que Jetziel riera.

-Eres un bobo.

-Pero no soy el bobo de cualquiera.

-Serás mi bobo.

-''¿Seré?'' — preguntó Alex, volteando para verlo de frente.

-Serás. Aún no te lo he preguntado oficialmente.

-Y, ¿quién te dijo que lo quiero ser?— dijo riendo.

-Golpe bajo, Omar. Pero bueno, iré a ver mi horario, ¿quieres que vea el tuyo?

-No es necesario. — dijo Alex, sacando una hoja de su carpeta. —: les tomé foto por la mañana y los imprimí. — dijo algo apenado, esperando que no sonara acosador.

-Gracias. — sonrió Jetziel, inmediatamente pegó la hoja justo detrás de la impresora.— Estaba pensando...

-¿Si?

-¿Quieres salir? Es decir, hay una función del cine al aire libre a una hora del campus. Podríamos dar una vuelta por ahí antes de la función. — sugirió, sonriente.

-Pero, ¿cómo vamos a llegar ahí?

-En una hora pasaran por nosotros, así que más te vale estar listo para entonces.— dijo Jetziel, guiñándole un ojo.

-¿Esto es una cita, Jetziel?

-Pensé que no querías salir conmigo. ¿Quieres que sea una cita, Alex?

-Quiero que sea una cita.

                                                                              𝖃𝖃

Algunas horas después, se encontraban sentados en el pasto, debajo de un árbol, ocultándose de la luz del sol. La función se había cancelado, pero le prometió una maldita función al aire libre así que Alex tendría una función al aire libre. Fueron a un mercado de por ahí, comprando dulces y cosas para picar, varias sodas de diferentes sabores que jamás acabarían ellos solos. Jetziel tendió una manta en el pasto y sacó su celular, poniendo una de sus película favoritas en él.

-Es lo menos que puedo hacer por tí. — dijo el mayor.— Perdón Alex.

El pelo rulo se sentó frente a Jetziel, pausando la película por un momento, lo miró a los ojos, tomó entre su manos su cara apretándole un poco las mejillas y lo acercó hacia él. 

-Es tarde para pedir perdón, pero aprecio tus intentos. —dijo, sacándole la lengua. Jetziel rio.

-Esta bien. — contestó entre risas Jetziel, rápidamente le dio un beso en la mejilla a Alex.—Recuéstate sobre mí. —dijo, haciendo que Alex se girara. Alex se acomodó, poniendo su cabeza sobre el pecho de Jetziel. Miraron la película, que a Alex le parecía muy larga, pero al menos estaba disfrutando de los besos que Jetziel le daba de vez en cuando. La película terminó después de casi dos horas. 

-¿Qué quieres hacer ahora?— preguntó Jetziel.

-¿No deberías hacerme otro tipo de pregunta?

-¿Qué tipo de pregunta quiere que te haga?

-Que sea tu novio o algo así...—contestó, haciendo que Jetziel se sorprendiera. 

-Alex, estoy tratando de ser romántico.

-Bueno, entonces consigue una rosa y pídemelo.

-¿No quieres ir a citas antes?

-Yo solo te quiero a tí cariño.

Para sorpresa de Jetziel, Alex estaba diciéndolo completamente serio. Miró a su alrededor buscando algo con qué hacerlo de manera romántica.

-Ya vuelvo.— dijo Jetziel levantándose. Desapareció por algunos minutos y a Alex comenzó a darle miedo que lo hubiera abandonado en aquel lugar por ser tan directo. Jetziel regresó con una bolsita y un alambre delgado. Se sentó al frente de Alex y comenzó a formar un círculo con el alambre, después, sacó algunas pequeñas florecitas, las colocó en el aro y al terminar, puso un mechón de cabello detrás de la oreja de Alex, colocándole la corona delicadamente en su cabeza. 

-Si me hubieras dado más tiempo de pensar, estaríamos en mi lugar favorito, tendría un papel oficial diciendo que un pedazo de la luna es tuyo, y probablemente tendrías un camión lleno de tus flores favoritas. Pero creo que hay que cambiar todo eso y crear un nuevo lugar favorito para ambos, ¿no?— dijo, sonriendo. Alex asintió. Antes de seguir, sacudió sus manos y bufó de nervios: Jamás había caído por alguien, mucho menos le habían hecho creer la tonta historia que Alondra le repetía en su infancia, quizás ni siquiera había creído en el amor antes. Finalmente, sacó valor y preguntó: —Alex, ¿Quieres ser mi novio?

Scars | RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora